Buenas tardes,
Como dice Side, creo que es cuestión de gustos (manías en mi caso). En el aspecto 'entrepierna', de todas las motos que he probado, la GG de tubo oval (hasta el 2008 incluido) es la que más me gusta. La 4RT la que menos.
Por ahí circula una conjetura imposible de probar según la cual, a mayor anchura de estribos, mejor calidad del equilibrio. Para «probarla» se recurre a analogías extravagantes que, básicamente, se fundan en que «cuanto más separados tengas los pies, más fácil es guardar el equilibrio». Debe de ser ésta la razón de que, en los controles de alcoholemia, nos impidan andar espatarrados.
Como no hay definición coherente de 'equlibrio', en el contexto trialero, dudo que este argumento pueda encontrar alguna vez una base sólida, objetiva. Y, si la hubiera, la repudiaría. A mí me resulta más fácil inclinar la moto, volverla al centro, esquivar piedrolos tobilleros y mantener la moto quieta cuanto más juntos tengo los tobillos. Con la 4RT, inclinarla un poco más de lo debido implicaba un pie seguro hacia ese lado. Podría recurrir a hacer esquemas de fuerzas al estilo 2º BUP (o como se llame ahora) pero estaría intentando justificar una sensación absolutamente subjetiva.
La GG Pro era fina porque su motor fue un prodigio de estrechez. La 4RT es percherona porque no le queda otro remedio. Y la beta, por el compromiso de usar el mismo chasis con cadena por ambos lados (2T y 4T)
(he rectificado un error anterior: la 4RT mide 27 cm, prácticamente igual que la TRS, lo cual deja a beta como la más percherona). Los 2 cm de más que ha medido Yoyi con respecto a mi GG son, exactamente, los que pide el pilar de aluminio para albergar el basculante y que este no roce con el neumático. Si el pilar fuese de acero, podría ser más estrecho y el ingeniero, sin duda, más estrecho lo habría hecho.
Un saludo,
JM