IV 2 Días de Trial de Arinsal
21 y 22 de agosto, 2004
 
Andorra
   
   Cada año mejor

Texto: Ismael Lobato
Fotos: Julio Monforte, Ramón Sallés, J. Lobato,


Arinsal volvía a acoger la gran fiesta del trial

   La cita veraniega del trial, no tiene lugar precisamente en la playa, sino más bien a 2000 Metros de altura sobre el nivel del Mar, Andorra, y más concretamente Arinsal. Por si todavía no estamos situados, hablamos de la cita ineludible para todo trialero, los dos de Arinsal de Trial, que han llegado ya a su cuarta edición, y con lo difícil que es, cada año, mejor que mejor.

Tanto se ha corrido la voz de la gran belleza del trial, las secciones, y el alto nivel organizativo que demuestra el Moto Club Arinsal, que se tuvieron que cerrar las inscripciones casi 15 días antes, debido a que se estaban rozando ya los 300 corredores y hubiera puesto en peligro el desarrollo normal de carrera. Incluso parando la entrada de inscripciones, las colas hasta que no se estiraba la carrera, se sucedieron en los primeros compases de carrera.

Una prueba cada día más internacional, pues tuvimos a gente de Francia, Inglaterra e Italia, que no se lo quisieron perder, y seguro que mereció la pena desplazarse hasta Andorra para vivir dos días de intenso trial, grandes interzonas, y bellísimos paisajes.

Ismael Lobato, nuestro piloto Todotrial, nos cuenta su experiencia

Este año además, el mismo viernes se disputó un trial para los más pequeños, esa base del trial que también quisieron los máximos responsables que tuvieran cabida en esta prueba, y que disfrutaron de lo lindo en las secciones que se marcaron a escasos 500 metros del paddock. Una cantera joven, pero que cada día viene más fuerte y más preparada y que deleitaron al numeroso público que estuvo siguiendo el trial con su técnica y su buen hacer en las diferentes secciones.

La mayoría de corredores llegábamos el viernes a primera hora de la tarde para acabar de inscribirnos, pasar las verificaciones técnicas, e incluso tener un tiempo de margen para acabar de carburar unos motores que variaban con la presión atmosférica y los cambios derivados de la gran altura a la que se verían sometidas todas las máquinas.

Otros corredores ya llevaban incluso varios días en el paddock de carrera, hospedados en hoteles o en sus respectivos motorhomes, y es que es tal el nivel que cada año va cogiendo los Dos Días, que estuvieron con nosotros trialeros de la talla de Diego Garrido, Dani Oliveras, David Darnés, Jordi Vinyoles, algunos en su primera participación, para ir cogiendo el ritmo de carreras de cara a la segundo mitad de los Campeonatos.

El de Todotrial Dani Oliveras vencía en Junior Negro
Jordi Pascuet volvía a vencer en Arinsal
Colas al principio de la mañana, hasta que se fue estirando la prueba

Una vez las motos en el parque cerrado, sólo quedaba esperar la llegada del sábado, con salida del primer corredor de amarillos a las 8:00 de la mañana, y saliendo dos corredores por minuto. En mi caso, al haber tantos corredores, salía a las 10:15 de la mañana, siendo los negros los más perezosos pues algunos de ellos arrancaban motores casi a las 11:00 de la mañana.

Crónica de un sábado en Arinsal

El sábado por la mañana ya estaba todo en marcha. Desde la habitación de mi hotel podía oír los motos subir por la carretera que les llevaría a la zona 1. Eran las ocho y un minuto, y Arinsal ya vivía la fiesta del trial. Todavía pude dormir media hora y desayunar tranquilamente con mi familia, pues es un lujo poder disputar una carrera en la que no sólo los trialeros disfrutamos, sino que Arinsal tienen todo lo necesario con múltiples actividades para que la familia pueda disfrutar del día mientras nosotros disfrutamos de la carrera.

Después de dejar la gasolina en el remolque, saqué mi moto del parque cerrado, y me dispuse a charlar con los demás compañeros, mientras la "Speaker", nos iba despertando a golpe de micro, y nos llamaba uno a uno para darnos la salida.

Josep Vilarrasa con la Scorpa 125 4 tiempos

Pronto llegué a la zona 1, una zona sencilla, siguiendo sólo el trazado de un camino, que permitía aliviar nervios y tensiones. En menos de 2 minutos me dirigía hacia la zona 2.

La zona 2, la primera de las zonas de río, es una larga subida por el centro de un río, y que a medida que vas subiendo, la moto está cada vez más y más inclinada. Si a esto le sumamos que es un río de piedras sueltas, con los diferentes giros marcados según las categorías, podemos hablar de una zona fácil de sacar a varios, pero realmente complicada si pretendíamos mejorar ese "score" para ir escapándonos de nuestros más inmediatos perseguidores.

Fue en esta zona donde vi la evolución de la Scorpa 4 tiempos pilotada por Josep Vilarrasa. Pese a ser una 150, y como veríamos más tarde, una motorización demasiado justa para las zonas de alta montaña, en el río se movía como pez en el agua. La 4 tiempos ofrece un par motor muy suave, con una punta de estirada progresiva, que llevó a Vilarrasa a llevarse las mejores puntuaciones en las secciones donde el medio principal, fue el agua.

El público era numeroso en las zonas cercanas a la población

La 3 y la 4, después de un pequeño túnel se encontraban enclavadas en el río principal de Arinsal, en la parte norte, y con un caudal de agua más que considerable. Dos zonas prácticamente juntas, con gran afluencia de público que observaba a los corredores desde lo alto de un puente sin tenerse que mover para ver mejor como hicieron muchos de los corredores.

La 3 arrancaba desde un plano, y nada más empezar hacíamos una pequeña bajada al río. Después vimos, que la bajada que arrancaba en arena y cambiaba bruscamente al agua era más complicada de lo que aparentemente parecía, ya que un corredor juvenil, al bajar, se le hincó la rueda delantera, y salto por encima de la moto. Un fuerte golpe en el pecho paró totalmente la carrera, pero todo quedó en un susto.

De ahí, y con diferencia de pasos para sendas categorías, remontaríamos río arriba sumergiendo nuestras motos en más de una ocasión hasta la altura del motor. En esta zona, el no soltar el pie tenía varias consecuencias, una, rebajar nuestra puntuación, y otra, la de no meter la bota hasta el gemelo y aguantar todo el día un agua molesta, que no se secaría hasta las zonas de alta montaña.

La zona 5, espectacular

La zona 5 desde cerca

La 4, el lado de un gran salto de agua, moría justo al lado de la cascada, y fue una zona realmente bonita, no por la zona en sí, sino por el paisaje y el recodo tan bonito que la albergaba.

Desde esta zona nos dirigíamos hacia la zona 5, la del río artificial. Una zona ideal para el público que tiene un gran trozo para ver a los corredores, y una zona relativamente sencilla, pero en cambio muy agotadora, pues eran quizá 200 metros de escalones y giros, y que marcaban en consideración los últimos grandes escalones.

De allí, y después de despedirnos de la familia, engranábamos cuarta y quinta para empezar a ascender a la cima de la montaña. Eran ya las 12:30 de la mañana (se nos había hecho realmente tarde el paso por las 5 primeras secciones) para realizar la zona 6 y 7, y un río realmente espectacular, por mezclar piedra, tierra, troncos, y hierba, en el que después de llevar los neumáticos mojados era complicado arrancar desde parado.

Impresionante balsa de agua en la zona 6

De la 6 deberíamos destacar la entrada, que arrancaba desde un rellano y entrabas en una balsa de agua (agua más arriba del cárter) y con el handicap de no poder ver el fondo, y por consiguiente, la profundidad. Una vez superado el primer obstáculo, varios giros nos harían ir vadeando el río mientras remontábamos el lecho de agua hasta el final de zona.

La zona 7, pese a no tener balsas de agua, mezcló la tierra y el barro debido al paso de los corredores por los diferentes giros marcados de nuevo por un incansable Francesc Pascuet y la ayuda de los hombres del Moto Club Arinsal.

Este grupo de dos zonas, nos llevarían hacía una de las pistas de esquí (no recuerdo cual, porque en esas montañas hay varias de ellas, e iba tan a fondo que no me dio tiempo a fijarme cual era) y cogeríamos una larga pista forestal donde haríamos la zona 8, la ciega, muy sencilla puesto que sólo fue seguir un río artificial.

Siguiendo la pista, y después de esperar como cruzaban a sus anchas caballos y potros (paré el motor sólo para respirar ese momento, y detener mi tiempo mientras disfrutaba de los sabores de la naturaleza) llegué con mi moto a dos de las zonas más exigentes del trial, la 9 y la 10.

Dani Oliveras en una zona espectacular
Xavi León era segundo tras Jordi Pascuet

David darnés en la zona 9

Las dos enclavadas en dos salientes de piedras, con unos giros muy trabajados, y que me llevó, sobretodo en la zona 9, casi dos minutos para poder superarla. Y es que la exigencia de las zonas, junto con mi modo pausado de hacer las secciones, me hacían tomar las cosas con tranquilidad y sosiego, si no quería cometer el error de ir demasiado deprisa y no calcular certeramente en algunos de los 7 pasos, sí 7 pasos comprometidos de la sección. Conseguí salir de las dos zonas los dos días con un solo punto, cosa que me permitía empezar el descenso hacia Pal Arinsal con un respiro de puntos, y con los nervios dejados atrás hacía ya unas cuantas secciones.

Tras 500 metros de pistas, y tras bordear el telesilla, empezaba un largo descenso, que empezó a agotar a los corredores en bíceps, cervicales, y brazos, tras casi una hora de ir intercalando zonas y bajada. Tan fuertes eran las bajadas, y tanto abusé de mi freno posterior, que lo puse al rojo vivo, con el consiguiente susto que me llevé al pisarlo y ver que no respondía. Las altas temperaturas en el disco, hace que este pierda todas las propiedades y te quedes sin freno posterior.

Vista aérea de la zona 11

La 11, semejante a la 9 y 10, fue de nuevo una zona trabajada. Muy complicada en esta ocasión para amarillos y azules, por los diferentes pasos entre rocas y hierba verde, con giros muy técnicos, y con el cansancio acumulado después de la bajada, y es que un buen estado de forma física es tan o más importante que un buen nivel de pilotaje.

Arrancar para abordar una zona cansados, hace que como máximo muchos corredores pudieran aspirar a sacarla a varios. Este hecho, sobretodo, se tuvo que tener en cuenta para el segundo día, pues el primero más o menos todo el mundo lo aguantó realmente bien.

Descanso con repostaje, bebida y bollos

Una fuerte bajada tras la zona 11, nos llevaba a la carretera donde la organización nos esperaba con gasolina (las motos peor carburadas se habían tragado ya casi un depósito), agua, fruta, y hasta una bollería para los más golosos.

Oriol Rodriguez a 2.000 metros de altura

De ahí cogeríamos la carretera durante un par de kilómetros, hasta la zona 13, que estaba enclava en una de las curvas del puerto de montaña. Esta zona sí fue realmente exigente y merece explicarla con detalle.

Para amarillos, pese a su sencillez, tuvo un giro en lo alto de la montaña, que unido a una gran cantidad de polvo de arena, más de uno empezó la bajada como un fitipaldi. Para azules, que también arrancaban desde la carretera, tenían que ascender la ladera, realizar un giro super técnico primero a izquierdas y luego a derechas, hasta la loma de la ladera, y de ahí tirarse par una impresionante bajada hasta la carretera. Más de uno no lo vio claro y prefirió marcarse un 5 porque no vio nada clara la bajada. Para rojos y negros, hacíamos la misma subida pero remontando mucho más arriba de la ladera, y con final de zona en lo más alto de la montaña.

Hasta la siguiente zona, la 14, hicimos un trozo de carretera, una bajada de arena, y ascendíamos por el seno de un río prácticamente seco, badeándolo por los diferentes márgenes. La entrada de la zona sorprendía por una cosa, y es que después de tanto rato de interzona, nos encontrábamos allí en medio, un ¡¡¡Land Rover abandonado!!!. Increíble lo que hace la gente para deshacerse del coche (sino es que fue un accidente, claro). La sección 14, era sencilla, pero muy bonita. Diferente en cuanto a elementos naturales por mezclar en esta ocasión mucho más barro sobretodo en el primer giro, y bonita por el enclave en la hondonada del valle.

Buen resultado de Guillem Soler en Junior
Faustino Bañón saltando al vacío

Mariano Galilea sobre las cumbres pirenaicas

Seguiríamos pista arriba hasta coger de nuevo un trozo de interzona preciosas. Era un caminito estrecho, con subidas y bajadas que hicieron que disfrutásemos mi padre y yo de un momento distendido mientras seguíamos con nuestras motos un camino trialero, con un paisaje a nuestra izquierda precioso con todo el descenso natural de la montaña y sus diferentes contrastes.

Las zonas 15, 16, 17 y 18, estaban marcadas en unos 500 metros de piedra suelta. Unas zonas que a parte de ser técnicamente difíciles, la piedra suelta podía hacer que después de una zona trabajada, y un sitio completamente llano, una piedra que se moviera tanto adelante como de detrás, provocara un cambio brusco en la moto, y tuvieras que dejar un pie antes de caer al suelo.

Me parece que en estas secciones alcanzábamos la altura máxima en carrera, y donde las 125, acusaban en exceso la presión atmosférica y parecían ya una 80 cc.

La zona 19 contaba con la tierra como elemento principal

Nuevo repostaje y comida

De ahí se llegaba al control horario, donde disponíamos de 45 minutos para repostar, comer y descansar. En mi caso, eran las 4 de la tarde, una hora realmente tarde, pero que la larga interzona, las colas en las primeras secciones en la primera parte de la mañana (amarillos no sufrieron colas, y algunos a las 3 del mediodía habían acabado su participación.)

Una vez habíamos comido y descansado, junto al paddock estaba la zona 19. En un rebaje de máquina, la organización había marcado una serie de giros, y remontes sobre los márgenes, el último de ellos con volada incluida para rojos y negros. Fue una zona un tanto fuerte para rojos y negros, debido a que estos, después de un fuerte giro, arrancaban totalmente parados para realizar un escalón realmente fuerte (en tercera a fondo) y que en la parte final sólo se podía salir por el centro de dos árboles.

Interzona de bosque, en Arinsal hay de todo

Por si esto fuera poco, después se debería realizar un nuevo giro de izquierdas para poder encarar un escalón de volada, ya que era totalmente hueco, y con un corte en vacío que sólo se podía subir si volabas con la rueda trasera a lo más alto del escalón.

Empezaba ya la segunda mitad del primer día de carrera, y tras un par de Kilómetros de carretera, un sendero marcado como descenso en BTT nos acercaba hasta la zona 20. Una zona muy bonita, que cruzaba en una ocasión el propio camino que bajábamos, y donde una serie de giros entre una arboleda, junto con el musgo a los dos lados de la trazada configuraban una zona sencilla, pero técnica y revirada.

Siguiendo el camino de descenso, se llegaría a la carretera que nos llevaría hasta Arinsal, donde faltaban 5 zonas de río. Las tres primeras estaban en el río que atraviesa Arinsal, y donde gran cantidad de público se agolpaba para ver el paso de los corredores.

Manel Jané en una de las últimas zonas

Las tres zonas eran bonitas por el badeo del río para superar los diferentes pasos, y por la gran cantidad de publico que animaba a unos corredores ya cansados pero satisfechos por una buena jornada trialera. Estas zonas, no eran muy complicadas, siguiendo la tónica de todas las 25 zonas que había configurado el primer día, pero quizá la presión del público para unos, hizo que se dejaran más pies de los esperados en estas secciones.

Luego, las dos últimas, en un riachuelo tapado por unos frondosos árboles, tenían una configuración muy sencilla: río arriba sin parar, con pocos pasos marcados pues la dificultad ya residía en conseguir la mejor trazada para abordar la sección.

Una vez finalizado el primer día de carrera, el Trial Show, preparados por Jordi Pascuet y Marcel Justribó deleitó a propios y extraños con los malabarismos que se pueden hacer con una moto de trial, y un camión con una serie de rampas preparadas para deleitar al respetable.

Segundo día

Jaume Forcadell en la zona 5

El segundo día carrera, el domingo, fue mucho más llevadero, debido a que la organización había modificado muchos de los pasos de las secciones para bajar su nivel de dificultad y porque muchas de ellas no habían sufrido modificación, y ya el sábado habían pasado un reconocimiento a fondo por parte de todos los pilotos.

El ritmo de carrera se incrementó notablemente, bajando en consideración el número de secciones donde había que hacer colas para poder entrar, y con una llegada a Paddock casi dos horas antes de lo que lo habíamos hecho los más tardones en el día anterior.

Después de tanto trial, sólo cabría esperar las clasificaciones en el Hotel Princesa Park. Estas se demoraron más de lo habitual, y es que a veces el objetivo de mejora nos juega malas pasadas. Tanto es así, que el Moto Club Arinsal estrenaba un programa informático, que dio problemas a la hora de poder sacar las clasificaciones, y que los técnicos consiguieron solventar con más de una filigrana casi trialera.

Victor Echevarría en la zona 23

El año que viene, ahora que ya se le ha hecho el rodaje, tendremos las clasificaciones mucho antes, sobretodo para la gente que no se queda un día más en Andorra y salen rápidamente para sus respectivos hogares.

En lo deportivo, la máxima categoría, el nivel negro, el vencedor volvio a ser una vez más el piloto de Gas Gas Jordi Pascuet, gran especialista en este tipo de competiciones de laga duración, imponiéndose cláramente ante Xavi León y Sergi León. En el nivel rojo, el vencedor era Sergi Rodriguez, tras el que terminababos Ismael Lobato y de Albert Cabanes. Destacar la participación de los pilotos del equipo nacional, que fueron a Arinsal en lugar de al Campeonato de Europa que se disputaba en Polonia.

En nivel azul dura lucha entre el trio de montesistas Joan Cañellas, Gabriel Giró y Pim Terricabras, que finalizaban en ese orden y con escasas diferencias, de hecho los dos primeros empataban, venciendo Cañellas por un uno más que Giró. Y en el nivel amarillo vencía el valenciano Jaume Pérez Cano, seguido de Miquel Orra y el Junior Carles Figuerola.

Diego Garrido en el río principal de Arinsal

También hubo categorías de Clásicas, en la que vencía José Luís Rodriguez, seguido del de Todotrial Ramón Sallés y Féminas, con victoria de Mireia Conde, además de todas las clasificaciones por categorías y colores que podéis ver ya en el recuadro que encontraréis a continuación. También tenéis más información en la web del Moto Club: www.motoclubarinsal.com, así como la clasificación dividida por categorías.

Desde Todotrial, queremos agradecer a toda la organización de los Dos Días de Arinsal, en especial a José Antonio y Lidia, por pelear cada año más por un trial de altura (casi 2000 metros de altitud), y en un plano organizativo donde se ha mimado cada detalle para que todo el mundo pudiera disfrutar de dos días de trial intenso y de unos días de vacaciones familiares en Andorra.

Nos vemos el próximo año en Arinsal para la quinta edición. No dejes de ver la segunda del reportaje "Arinsal en fotos" pinchando aquí.

CLASIFICACIONES COMPLETAS
Senior, Junior Veteranos A Veteranos B Cadetes, Juveniles, Clásicas, Féminas

     Continuación... Arinsal en fotos