40º 3 Días Trial Santigosa
22, 23 y 24 de abril, 2011
Sant Joan de les Abadesses (España)
  
    3 Días Trial Santigosa 2011Texto: Pedro González Aldatz
Fotos: Ramón Sallés, Arturo Giménez, Miguel Angel

   Post- 3DTS 2011: "Mi primer Santigosa"

Pedro "Pedales" nos cuenta su primer 3 Días Trial Santigosa

Tal como os decíamos al finalizar la primera parte del reportaje post 3 Días Trial Santigosa, se podrían contar muchas cosas sobre este trial, y para que haya diversidad de opiniones, aquí os ofrecemos el punto de vista de un debutante, que os contará su experiencia en la que se demuestra que querer es poder y que cumplir el sueño de ir a Santigosa está al alcance del que se lo proponga, con Pedro "Pedales" os dejo...

Desde que me aficioné al mundo de las motos y empecé a comprar las revistas sacrificando parte de la paga, tenía noticias de una carrera que hacían cerca de los Pirineos y que en las fotografías los pilotos y motos siempre iban sucios de barro.

Veía caras esforzadas en unos parajes boscosos, torrenteras de agua, y algo más que me llamaba mucho la atención pero ahora no podría plasmar con una palabra.

Con el discurrir del tiempo fui conociendo amigos que la habían disputado, y al igual que los Seis Dias de Escocia, hablaban de una carrera mítica.

Gabriel Reyes en acción
Jordi Pascuet, ganador 7 veces de este trial

La tarde de jueves, turno de reencuentros y verificaciones

Hará tres o cuatro años ya sopesaba la idea de irme por allí a correrla, a pesar de la Semana Santa y la familia, de saber que con los que siempre voy a las carreras no irían, pero eso no me cortaba nada. Lo único que me echó para atrás fueron los relatos de algunos amigos que me hablaban de una interzona infernal y de mi falta de nivel de pilotaje para poderla hacer en condiciones.

Pero como todas las cosas que me suceden en la vida, cuanto menos las programo, mejor me salen. Y éste era mi año. Quince días antes de la prueba, coincido con Carlos Varadé en un trial del campeonato de Madrid y acaba por ofrecerme la posibilidad de ir con todos ellos a Santigosa. El resto me lo organizan todo, el mismo lunes estoy haciendo la inscripción, me pongo de acuerdo con Yoyi para la logística y me compro una moto de segunda mano, puesto que hasta ese día solo tenía clásica.

La moto, una Sherco 290 del 2002, estaba con los achaques propios de su edad, le hago una revisión profunda para evitar cualquier tipo de problema mecánico, pero llevo desde agosto del año pasado sin subirme a una moderna.


Ya sólo por los paisajes que se recorren, este trial merece la pena

Buen ambiente, Nacho Manzanero, Carlos Varadé, Joaquín López

Sólo tengo el Jueves Santo para adaptarme a ella en una excursión que nos ofrecen nuestros amigos catalanes por el Vall del Ges.

Es mi primera toma de contacto con la moto y el terreno mojado de allí. Unos parajes espectaculares, unos caminos trialeros supertécnicos… por eso entiendo lo bien que montáis los de allí!

Por la tarde llegamos a Sant Joan de los Abadesses, hacemos las verificaciones y trámites administrativos. Allí estaba Vera en su tarea de speaker dando ambiente al padock y haciéndonos recordar a su inseparable Ricard Pinet.

Saludamos a los amigos y comentamos con los que han visto y/o participado en el marcaje, sus impresiones. Son todo conjeturas, no es lo mismo la opinión sobre el nivel de un fuera de serie como Carlos Casas, que de otra persona con un referente de pilotaje "más humano".

Pero no hay miedo, hay impaciencia por que me den la salida mañana, ya queda menos.

Comienza la jornada siguendo las flechas, cada día de un color
Pedro y Yoyi examinando las zonas, el control marca cero

Buen tiempo el primer día, aquí David Grabulosa

   Primer día

Seis horas y media de carrera, 45 kilómetros de recorrido para realizar 30 zonas más la indoor. Amanece cubierto pero sin llover, despejando a lo largo de la mañana con intervalos de nubes.

Salgo con Horacio San Martín "Yoyi" y el torete de Valdemorillo, Nacho Manzanero. Vamos con dorsales seguidos y con la experiencia que atesoran, sé que voy a estar mas que respaldado.

Salimos a las 9.30, seis horas y media de carrera, y antes de llegar a la primera zona, ya estamos calentando para llegar a la primera a tono. Es una zona de río, planita, con pocas piedras y me estreno con un cerito. Y al final de la zona mis dos compañeros me están felicitando y dándome ánimos para la siguiente.

Y así vamos de zona a zona hasta que en la quinta a Nacho le empieza a fallar la moto, desmontamos un poco de todo pero la moto dice que basta. Así que decide bajar hasta el pueblo y por suerte sube por el camino la furgoneta de Sherco y le echan una mano, nada menos que cambiar el encendido.

Yoyi en una de las zonas de Ogasa
Bertrán Martínez Peñalver

Fujinami en zona, Cabestany mirando, los dos con una sonrisa...

Mientras Yoyi y yo vamos tirando e intentando recuperar el tiempo perdido mientras ayudábamos a nuestro amigo, hasta que dimos alcance a nuestro grupo horario.

Las zonas son preciosas, tanta agua no la había catado en mi vida, algo parecido en Robregordo, pero ni el tacto de las mismas, ni el tipo de marcaje. Todo recto era la premisa, evitando algún bolo que por mi nivel no era recomendable abordar, pero que los buenos si hacían.

Con el Non Stop es encarrilar la moto y dar gas constante. Saberle imprimir la velocidad justa y a aguantar sobre las estriberas. No vale parar y para el terreno de Santigosa hay que ir rápido pero apuntando bien en la trazada correcta. Aguantar y evitar el primer pie, porque si lo pierdes, baja el ritmo y subes perfectamente hasta el varios.

Parece fácil como os lo cuento, también parecía fácil cuando veía a los pilotos que iban con nosotros, pero a mi se me caían los pies. Aún por esas, con el paso de las zonas iba aprendiendo la técnica necesaria e iba mejorando.


Preciosas zonas, con abundancia de agua

El reglamento Non Stop facilitó mucho la agilidad del trial

El terreno es seco pero compacto, lo que permite ir descansando en la interzona hasta que superamos la media mañana, en la que aparece una suave lluvia que empieza a complicar las zonas.

Los que han salido temprano tienen la ventaja de hacer las zonas con mejor grip que los últimos, pocas colas y buen ritmo en la realización de las mismas.

El nivel de las zonas es muy asequible, riesgo cero y a medida que va pasando la carrera, sobre todo para los que no acostumbramos a montar en este tipo de zonas, vamos mejorando el tacto de gas y sobre todo aprendiendo a hacer las zonas a un ritmo más vivo.

El nivel del primer día me pareció excelente, ver que pasaba por los mismos sitios que Pascuet, Reyes, Gallach, Casas… hacía sentirme orgulloso, y no digamos el ánimo, tanto que no hacía ascos a ninguna zona por difícil que pareciera.

Había unos buenos rampones, sobre todo a partir del segundo día, las zonas eran en pendiente, mucha pendiente.

Joaquín López en Ogasa
Compartir zonas con Fujinami, no se puede hacer a menudo

   Segundo día

José Marcos en la zona del puente

Hoy tocan 65 kilómetros, iremos hacia Ogasa, lugar donde no se realizaban zonas desde hacía muchos años, teniendo un total de 30 zonas más la indoor a realizar en 7 horas más los 20 minutos de repostaje y avituallamiento. Hoy los pilotos deben llevar dos bidones de gasolina para las dos cargas del depósito, además de medio litro que proporcionará la organización a mitad de recorrido para evitar contratiempos.

Amanece el día después de haber llovido toda la noche, el terreno está empapado, hay barrizal para llegar a las zonas y el día estará con intervalos de lluvia fina y chubascos intensos.

El nivel de las zonas crece, hay muchas que son de nivel rojo, prácticamente un tercio de ellas, sobre todo al final de la jornada, en el sector de Ogasa. Zonas de enchufar tercera e incluso cuarta (en La Marguera) y agarrarse fuerte.

Muchos sufren de las inclemencias del tiempo y las mecánicas también sufren lo suyo, pequeños problemas y averías que obligan a la retirada provocando un goteo de abandonos.


El segundo día la lluvia fue la nota destacada

Nacho Manzanero, Pedro Andrés, Pedro Pedales y Yoyi

Del segundo día podría contar que fue duro, sobre todo por las siete horas de carrera casi sin parar. Cuando paramos a comer y al ser de los que cerrábamos la carrera, tuvimos una sorpresa y era que no quedaba comida, sólo fruta, así que a dieta.

Y luego vuelta a la carrera, justo cuando empezó a llover a lo bestia. Eso después de haberte quedado frio sienta muy mal, pero así es esto.

   Tercer día

Hoy comenzamos con tiempo soleado, 45 kilómetros y otras 30 zonas a realizar en 6 horas. Hoy hay que correr mucho, ya que el tiempo no ha sobrado en los dos días anteriores, así que en éste con las mecánicas mermadas habrá que medir mucho.

El ritmo de realización de las zonas es muy vivo, muy buen ambiente en las colas, que fueron pocas y el nivel de las mismas creció, dejando al 50% por ciento las de dificultad (rojos) y el resto en nivel asequible (azules).


En el Pla de Santigosa se situaba el avituallamiento el primer y tercer días

Así acaban las motos cada día y no siempre hay tiempo de lavarlas

Muy largas las zonas, un par de ellas enlazadas y como me contaron, eran como las de Escocia. El mermado fondo físico empieza a hacer mella en muchos pilotos que optan por picarse zonas y el barrizal es con diferencia mucho mayor que los dos días anteriores, lo que obliga a llevar los motores más altos de vueltas para que la rueda trasera desagüe barro. Sobre la zona 10 empezamos a preocuparnos los pilotos, porque vemos que tenemos muy poca gasolina en los depósitos. Muchos resolvemos dirigirnos al Plá a repostar para luego volver atrás a hacer las zonas que nos quedan. Hoy las penalizaciones son superiores, también hay pilotos que bien con el abandono por avería del sábado o bien por cansancio, optan por la retirada.

Para este último dia, yo salía con la idea que sería más liviano, "solo" seis horas de carrera las suponía más asequibles en cuanto a nivel de zonas, pero fue el día más exigente. Quizás fuera el cuerpo cansado, pero había que luchar bastante, sobre todo sabiendo que el único paso posible era hacer la zona, para llegar a la siguiente, y a la siguiente y luego al camino para continuar. Me impresionaba bastante ver los desniveles que superábamos por torrenteras y cascadas, pero también me hizo ver de lo que uno es capaz cuando empieza a esforzarse. Aquí se aprende muchísimo, sobre todo a creer en ti.

Gaspar Vilaregut en la famosa zona de la subida de la marguera
Paisajes y naturaleza en todos los rincones

Las zonas de agua son realmente bonitas

Muchos pensaréis que pendiente y agua, bofetón seguro, y no es así. Aquí el truco es ir siempre por el agua. Un tobogán espectacular y SIEMPRE, por donde baja el agua. Si vas por lo seco o embarrado, resbala. Pero si te vas abajo no hay riesgo, ni la moto se despeña ni tu te revientas contra las piedras.

Los controles de las zonas son gente experta, los más jóvenes acuden a ayudar a las zonas como una tradición familiar, a pasarlo bien, con sus calimochos mientras ven trial. Y el ambiente que te encuentras en todas y cada una de las zona es festivo pero sobre todo de mucho respeto a la carrera y sus participantes.

El factor meteorológico tiene mucho peso en la competición, en éstas fechas tan pronto hay un sol radiante como que en cinco minutos se pone a llover. Si no son zonas de río, la piedra puede estar lavada o embarrada, y tu paso puede ser de varios o de cero.

También tenemos el tiempo que te dan para hacer la carrera, al cual hay que sumar los 20 minutos de avituallamiento y repostaje. No puedes andar calentando las zonas, una mirada rápida para detectar los puntos críticos de cada zona, pero sólo eso, son demasiado largas como para acordarte de cada piedra. Y a la siguiente.


Complicaciones el segundo y tercer día a causa del barro arcilloso en el recorrido

Manel Jané sube la marguera, Fujinami le observa

Por la interzona hay que andar con cuidado. El primer día al estar sin mojar había que medirse con el gas, podrías caer o reventar la rueda delantera contra alguna piedra. Pero el sábado, después de toda una noche de lluvia, me empecé a acordar de los cuentos de mis amigos. Barro botijero, ruedas como donuts y a sortear árboles en las bajadas. Tampoco era para tanto, manteniendo el freno trasero con el pie derecho y valiéndote del izquierdo para salvar las situaciones extremas llevabas la moto por su sitio. Eso sí, el freno delantero no se toca y si la moto se descontrolaba, pues a dejarla, que era mejor que intentar domarla. Al final el equilibrio y el propio terreno te ayudaban a salir airoso.

Cuento estas cosas con el fin de quitarle el miedo a los que en algún momento se han visto tentados por la carrera, pero la cautela les ha hecho recular. Un piloto de fuera de allí con un nivel de Verdes (segundo empezando por debajo) va de sobra para hacerse la carrera. Ojo!, la filosofía es diferente, aquí muchas de las zonas son de cero. Si fuese un trial a tres vueltas se podría plantear, pero con este formato hay que tener muchas tablas y sobre todo inspiración.

La cara de Ismael Lobato denota el esfuerzo
Las motos acaban así...

Carlos Varadé charla con Josep Soldevila al terminar la zona indoor

Para un piloto de mi nivel, sacar las zonas a tres no está mal, menos de tres, un premio. Hay que luchar, hay que sortear la salida sin haberte parado. Los cambios ya no existen, pelear con los jueces por rebatirles la puntuación tampoco, no hay tarjetas donde te pican. Al estilo escocés, y eso le da agilidad a la carrera, nada de colas porque vas detrás de los rojos, nada de gente que se cuele. Santigosa tiene "algo" diferente y a la vez especial.

Y en cuanto a la moto y su preparación, pues ya os he contado con lo que iba. Ocho años a cuestas y una revisión profunda, pastillas de frenos, transmisión y ruedas. El único fallo, no haber revisado el cable de gas, que rindió el alma el sábado a partir de la zona 15 y con los pelillos se aceleraba cuando pasabas del 1/3 de gas. Era una avería tonta, pero peligrosa y que me hizo desconcentrarme en muchas zonas, sobre todo en las que había que enchufar. Iba mas pendiente del embrague que de las piedras, pero sobre todo con miedo de que esto se enganchara a fondo y liara un buen accidente. Con éstas me despedí de mis amigos Yoyi y Pedro Andrés, salí empujando la moto y por caminitos llegue hasta el pueblo. Una paliza, pero merecía la pena por estar allí.


Jordi Pascuet en una espectacular zona de cascada

Aunque sea un trial duro, el esfuerzo merece la pena

La cadena con el barro se estira mucho, con las caídas es recomendable llevar maneta de repuesto, alguna palanca de cambio (yo la doblé), un filtro de aire por si te caes al agua y yo añadiría una botellita con gasolina. Si hay mucho barro, como fue el domingo, estás obligado a ir rápido en las subidas de la interzona, tercera o cuarta y con el motor alto de vueltas, para que la rueda trasera escupa el barro y tengas taco para clavar en el suelo. Por esa razón no es extraño que a cinco zonas del repostaje del domingo, se empezaran a ver caras de preocupación en muchos pilotos.

Otro detalle importante, vigilar el radiador, ya que con el barro se hace una pantalla que hay que despejar de vez en cuando con un palito para que refrigere bien. La mecánica no sufre mucho, pero hay que vigilar ciertos detalles que por el efecto acumulación pueden provocarte una avería.

Los controles y la organización, muy profesionales, se nota que el trial tiene tradición en la comarca, el público entregado a los pilotos, y la zona, sin dudarlo, lo mejor que hasta el día de hoy he podido disfrutar.

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