Carta abierta
19 de diciembre, 2002
Antonio Trueba, de Beta Trueba S.L.
Perder la fe...
Texto: Antonio Trueba
Fotos: Archivo Todotrial

   Carta abierta de Antonio Trueba

   En contadas ocasiones uno se puede sentir tan bien después de que tu piloto número uno se proclame Campeón de España. Gracias a Albert Cabestany por haber puesto tanto empeño y esfuerzo en los momentos cruciales, vaya mi más sincera felicitación a tí, a tú familia y a tus amigos incondicionales, los cuales te han apoyado tanto en los momentos dificiles como felices.

   Este triunfo cobra más relevancia teniendo en cuenta el nivel de nuestros pilotos españoles, el cuál a sido muy alto. Pero también hemos tenido que luchar con un reglamento ilógico, ya que en la primea prueba, por primera vez en este país, cambió el resultado final de la misma perjudicándonos. Ya en aquella ocasión, "no a toro pasado", dije que a pesar de la injustica sería Campeón , y ya lo es.

   A cualquier aficionado le costaría entender que, estando en juego un campeonato entre dos pilotos nacionales, pudiese participar un tercero de otro país, que a la vez pudiese cambiar el resultado final por muy "open" que éste sea. Y por si fuera poco, los jueces fueron más benévolos que con los de casa, "que Quijotes ya somos, ya". Nada personal con Lampkin, mi más sincera admiración como piloto y como persona.

   Personalmente nunca me he caracterizado por ser una persona polémica, pero hay momentos en la vida que uno tiene que hablar claro por respeto al verdadero aficionado, pues os voy a contar una vivencia de aquellas que te hacen perder la fe.

   Estabamos disputando una prueba del Mundial en Inglaterra, por cierto, una gran carrera, dónde creo que ganó Lampkin, segundo Ahvala y un crío en aquel entonces, de la Granja de Escarp. Había conseguido algo grande después de una magistral segunda vuelta, Marcel Justribó se había colocado tercero entre el élite mundial. Nuestra alegría fue bestial, recogida de trofeos, celebraciones, etc.

   Al cabo de un rato se oye un rumor de que un piloto francés presentaba una reclamación por no estar de acuerdo con la decisión de un juez, por lo visto, en la mesa del Juri se encontraba un tal Crumier, amigo del piloto, el cual le quitó los puntos de penalización, perjudicando a Marcel Justribó con el resultado de la prueba. Lo bueno del caso es que, analizando la tablilla del juez, éste manifestaba que el tal piloto, ademas de haber incurrido con cinco puntos de penalización, le habia insultado insistidamente.

   Cuando uno vive una experiencia de este tipo es cuando pierde la fe en según que directivo. A pesar de todo uno aún cree en la grandeza del deporte sano, real, vibrante.

   Ya tengo ganas que empiece el próximo Campeonato. Hasta siempre.

               Beta Trueba, S.L.