Reportaje
4 de agosto, 2003
Laia Sanz, Campeona del Mundo de trial
LAIA SANZ, UN TARRÉS EN EN VERSIÓN FEMENINA
Información: Jas Info Service

   La actual líder del europeo buscará, en septiembre, revalidar sus coronas y asegura que "en este deporte nunca hay vacaciones".

   Aunque a las chicas ésta es una palabra que no suele aplicárseles, Laia Sanz (Beta Rev 3) es una crack. En su palmarés figuran tres títulos de Campeona del Mundo de Trial femenino y uno de Europa, cetro conseguido el pasado año y que esta campaña va en camino de revalidar: tras dos citas disputadas, la última el pasado fin de semana, Laia es líder indiscutible del certamen.

   Aunque ella -modesta y tímida sin remedio- asegura que no hay ni punto de comparación, se puede estar ante un nuevo Jordi Tarrés en versión femenina y, seguramente por ello, en un plano inferior pero igual de meritorio por las muchas trabas que la piloto de Corbella de Llobregat (Barcelona) tiene que superar temporada tras temporada. El siete veces Campeón del Mundo de la especialidad no ha encontrado aún un relevo español ya que tan sólo Marc Colomer ha podido hacerse con un título mundial y, en cambio, Laia cuenta con tres y en septiembre se jugará el cuarto en Italia.

   "Seamos realistas", manifiesta la piloto de 17 años. "El caso de Jordi no es nada similar al mío. Él ha conseguido los títulos luchando en el mundial absoluto y ante rivales de gran calidad. En el caso de las chicas eso es muy diferente; hay muchas participantes pero pocas que destaquen. No obstante, creo que tampoco hay que restarle méritos a mi situación. Yo he luchado un montón para estar donde estoy. Mis padres lo han dejado casi todo para estar a mi lado y darme todo su apoyo y yo, incluso, he sacrificado mis estudios para poder dedicarme de forma profesional a este deporte. También he dejado a un lado a mis amigos; les veo muy poco pero me compensa mucho estar haciendo una actividad que me satisface plenamente. Me siento muy afortunada de estar donde estoy ¡y con tres coronas mundiales en el bolsillo!"

   Única chica en el mundial masculino, ¡y en la zona de puntos!

   Este año, la vida de Laia Sanz ha cambiado mucho. Impulsiva y muy trabajadora, inicialmente había planteado la temporada haciendo el nacional de la especialidad, y el europeo y mundial femenino, pero algo cambió de repente… Cuando a principios de campaña la joven podía relajarse y 'desconectar' del trial, decidió emprender viaje y seguir muy de cerca todas las pruebas puntuables del Campeonato del Mundo Júnior, certamen que se había planteado atacar en 2004.

   Para no ir en plan espectadora, Laia se convirtió en segunda mochilera de un antinguo compañero, Toni Bou, y con su equipo realizó a pie de zona, las cuatro primeras citas del mundial. "Pero el gusanillo es muy fuerte y eso de estar en tu ambiente y no poder competir empezó a corroerme. Además, me di cuenta que las zonas tampoco parecían tan difíciles y me vi capaz de participar". De esta forma, Laia Sanz se convirtió en la única chica que encaminaba el mundial júnior, luchando con pilotos mayores que ella, algunos de ellos incluso con títulos nacionales en su haber. "Tras cuatro pruebas realizadas no me puedo quejar. He puntuado en todas ellas logrando, como mejor resultado, una décima posición… No hay que olvidar que los pilotos que ocupan el podio provisional hace ya varias temporadas que se mueven a nivel internacional. Ahora tan sólo queda una prueba y será de nuevo en territorio español (Valdemanco), por lo que creo que allí podemos hacer un buen resultado", expone satisfecha.

   La experiencia nunca es baldía: "El hecho que me haya decidido a hacer el mundial antes de tiempo creo que me será muy útil, puesto que conozco ya la dinámica de este campeonato de forma que la próxima temporada no la vamos a comenzar desde cero sino que tendremos una base. Aunque no lo parezca, ese punto es muy importante, en especial para ir avanzando en ese objetivo hoy tan utópico que es poder llegar a competir en el mundial absoluto. Espero que Doug Lampkin y Albert Cabestany, dos de mis ídolos, estén aún en activo cuando eso ocurra. Medirme con ellos es uno de mis grandes sueños".

   Laia mantiene una buena amistad con ambos, especialmente con 'Cabes', "un buen compañero que me ha dado muchos consejos y con el que compartimos también la afición por los karts". Profesionalmente le admira, así como admira a Rubén Xaus, otro de sus ídolos en otra especialidad, la velocidad. "Con Albert a veces nos mandamos e-mails y solemos hablar mucho de lo que nos úne: el trial".

   "¿Cerrar por vacaciones? ¡Qué dices!"

   En este periplo veraniego, Laia no sabe que es 'cerrar por vacaciones'. "Mira, en el trial no hay vacaciones. Además de las muchas competiciones que te marcan la agenda semanal, entrenar a diario es básico para mantenerte en forma y poder, en competición, lograr el ritmo y la brillantez que fraguan con buenos resultados".

   Lluís Gallach, expiloto que se hizo un hueco en la historia del trial español en los ochenta, es su entrenador y actual manager. El estilo que le ha impuesto Lluís y una técnica más depurada y ajena a cualquier excusa que pueda apartar a Laia de los mejores puestos, están marcando la pauta esta temporada. "Con Lluís no vale otra cosa que no sea trabajar para mejorar. He ganado mucho en agilidad y creo que le he perdido el miedo a todo lo que antes podía ser un obstáculo imposible para mi. Hacemos un entrenamiento muy completo con el objetivo que yo sea también una piloto muy completa y polivalente en todos los terrenos", dice Laia, sonriendo. Gavà, Navàs e Igualada son las poblaciones barcelonesas por cuyos alrededores ensayan habitualmente este dueto de campeones.

   Si Laia fuese una adolescente normal de 17 años, habría terminado bachillerato y seguramente estaría preparándose para poder acceder a la universidad y encaminar su vida profesional hacia la medicina; tendría un grupo de amigos con los que salir el fin de semana y, lo más probable, es que ya estuviera estudiando para tener el carné de conducir y gozar de esta autonomía que tanto gusta a los jóvenes de esta edad. Laia es, en cambio, el paradigma de todo lo contrario pero, afortunadamente para ella, tiene algo tan especial como es el espíritu de Campeona y cada año es una de las pocas mujeres que puede acceder a la entrega de premios de la FIM que reúne a los mejores pilotos motociclistas del mundo bajo un mismo techo. Laia es la sensación, la excepción que confirma la regla, la esencia de la juventud, el gusto por la mejora personal… y el ejemplo a seguir por muchos y muchas.