2 Jours Ventoux Trial Classic
16, 17 de octubre, 2010
Bedoin (Francia)
   
El Mont Ventoux acoge a más de 300 participantes
Texto: Carlos Bosch, Chava del Campo, Javier Cruz, Horacio San Martín
Fotos: Javier Cruz
Video:
Richard Parreau (Trial en Ancienne)

   Un trial espectacular

Auto Jumpbe venta de motos y repuestos

Los dos días de trial clásico del Mont Ventoux, en la localidad francesa de Bedoin, se celebraron un año más con un total éxito de participación, entre los que hubo bastantes pilotos españoles. Un trial de clásicas por equipos muy especial...

En Francia el trial está en auge gracias a una legislación favorable y a muchas facilidades burocráticas, lo que hace que practicar trial sea económico y con ello que el número de aficionados aumente cada año. Esto conlleva la aparición de numerosas competiciones regionales, nacionales, de clásicas, de modernas, indoors, con reglamento tradicional o de tipo Openfree, y con ello la aparición de un mercado importante que ayuda a mover este deporte.

De hecho en Francia hay ahora mismo bastantes más aficionados al trial que en España, ya que allí la afición sube mientras aquí baja, hay también muchas más tiendas especializadas en trial, áreas de entreno enormes, montañas donde se permite hacer excursionismo o como lo llaman allí "randoneur", campeonatos variados y facilidades de todo tipo, como licencias por unos 40 Euros e inscripciones a triales de larga duración por 65... El mercado se mueve y las facilidades burocráticas lo favorecen, mucho tendríamos que aprender de nuestros vecinos galos...

El Mont Ventoux desde Malauce

Todo este clima favorable hace que haya triales como el Ventoux Classic Trial, un trial de clásicas por equipos que tiene overbooking de inscripciones, con más de 400 solicitudes, teniendo que desestimar algunas ya que el límite de plazas es de... 320!!!

La llegada del Ventoux Trial Classic cada año a la localidad de Bedoin es bien recibida por todos los vecinos y entidades locales, la región se llena de visitantes, los hoteles cuelgan el cartel de completo y los comercios y restaurantes están llenos al finalizar el trial.

Los organizadores, el Provence Trial Classic, con Ricard Kasparian al frente, cuida todos los detalles y han logrado demostrar a todos que el trial no hace ningún daño en los lugares por los que se desarrolla sino todo lo contrario, un rebaño de obejas o cabras puede causar mucho más impacto que el paso de las motos de trial. Además 3 euros de la inscripción se destinan a contribución para desarrollo en "energía y clima" al ser donados al organismo local encargado de medio ambiente. También el PTC fomenta acciones a favor del medio ambiente, como el uso compartido de coche para llegar a Bedoin, o la utilización de Internet para no consumir papel, entre otras muchas acciones.


Todo clásico, el remolque, la Motobecane y el Renault 4/4

La zona de salida, junto al camping y la zona de acampada

Este año el trial llegaba con importantes novedades, ya que la mayor parte de las zonas estaban en nuevos lugares, así como se estrenaba nuevo recorrido. Se hacían menos kilómetros por los viñedos y monte bajo de pinos y más kilómetros por las montañas que separan Bedoin de Malaucene, un recorrido de 49 kilómetros perfectamente señalizado. Paisajes variados e impresionantes, siempre bajo la mirada del Mont Ventoux, partiendo desde el sur de la región hasta la parte norte para volver después al punto de partida.

Para tomar parte en este trial sólo hacía falta estar en posesión de la licencia UFOLEP y haber realizado a tiempo la inscripción por anticipado para no quedarse fuera. La licencia la puede sacar cualquier persona de cualquier nacionalidad a un coste muy reducido, inferior a 40 Euros, mientras la inscripción al trial apenas supera los 70.

El paddock estaba situado junto al campking, donde muchos participantes se instalarían durante el fin de semana, contando con servicios de bar y duchas. Las verificaciones se llevaban a cabo desde el viernes en horario de 14h a 20h y el sábado por la mañana de 8 a 8.45h. La salida se adelantaba en la jornada del sábado a las 9,15. Cada equipo antes debía haber depositado un bidón con gasolina metálico (nunca de plástico) y debidamente etiquetado en el camión de la organización, que posteriormente haría el repostaje en el único punto permitido para ello a mitad de recorrido.

Los remolques de la organización para el repostaje

Con 320 participantes, entre ellos ilustres como Charles Coutard, Joel Corroy o el campeón del Mundo Gilles Burgat, había motos de todo tipo y color, siendo mayoría las twinshock fabricadas entre los años 75 y 85. Pilotos y motos venidos de toda Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Andorra y la representación Española con seis o siete mallorquines, cinco madrileños, otros tantos catalanes y dos procedentes de Alicante, tal como podéis ver en las clasificaciones. Estas son por equipos de tres participantes, teniendo que ser los tres del mismo color. Para quienes no tienen equipo la organización se encarga de ayudar a crearlos.

En las verificaciones se utilizó un fonómetro, como en el enduro, pero no creemos que nadie quedara fuera por este motivo. Entre las motos, de todo un poco, unas cuantas pre 65, BSA, Triumph, AJS, Ariel, unas cuantas Motobecane de diferentes cilindradas, un par de Terrot rígidas, otra Peugeot también rígida, la Dot de John "RockShocks" Bull y las BSA Bantam de sus amigos que siguen corriendo pasados de largo sus 70 años...

Destacar sobre todo la legión de motos de serie entre las que la Sherpa Puma de Martí Font aparecía como un bicho raro con su impecable estampa. Motos que en España tenemos olvidadas como las 348 de estricta serie, hasta con sus faros y sus guardabarros amarillentos originales, legión de Sherpas de todos los modelos incluyendo un par de Sammys, 49, etc... italianos con sus SWM, Fantic 125, 200 y 240, Yamahas 175, algún sufridor con su Ossa y una extraña Bultesa llegada de Bélgica consistente en una Sherpa montada sobre un chasis de 348. Motos de serie más o menos bien afinadas, unas mejor que otras pero demostrando cómo con una 125 se sacan las zonas de rojos.

Una BMW pre 65
Algunas Motobecane

Pilotos tomando la salida

El tiempo nos sorprendió por el frío, sobre todo en la jornada del domingo, ya que al salir más temprano el termómetro marcaba 6 grados en el momento de la salida, no sobró ropa en todo el día. No obstante el sol presente en todo momento nos ayudó a disfrutar del maravilloso paisaje Provenzal.

Sin duda es un trial muy bueno, distinto a los que estamos acostumbrados en España. El recorrido era de 49 km por unos caminos y bosques increibles para un total de 17 zonas diarias, divididas en varios bucles, por lo que algunos pilotos comienzan en la 1 y otros por ejemplo en la 14. Por la interzona encontrabas gente educada y respetuosa, que te saludaba al cruzarse contigo por los caminos ¡¡¡igualito que en España!!!

El número de zonas que puede parecer escaso pero hay que tener en cuenta que son el doble de largas de lo que es habitual en España y con 3 ó 4 pasos obligados por color. Zonas sorprendentemente largas en las que costaba trabajo en ocasiones memorizarlas, pero muy bien trazadas, con giros y obstáculos muy bien medidos para motos clásicas en todos los niveles.

Esa longitud de zonas obliga a tener tres controles por zona y el pica, que sumado a la gente que hay en los cruces y de la organizacion hace un montón de gente movilizada. ¿Como lo hacen? seguramente con mucha motivación y con el orgullo de formar parte de algo tan especial.

En cuanto a los niveles, hay tres colores, el amarillo es más bajo que el de los triales en España, el azul es un poco más suave que el verde de la Copa de España y el rojo es intermedio entre el verde y azul, con lo cual son todos más sencillos y accesibles. El marcaje para cada categoría resultó excelente, siendo muy variadas y técnicas pero sin ningún peligro. Todas las zonas se podían hacer a cero pero también eran técnicas y había que afinar para no dejarse algunos pies. Zonas perfectas para las clásicas, también para las pre 65, pues incluso había gente que corría con ellas en el nivel rojo.

El único problema de este trial es que al correr 320 pilotos a veces se forman importantes colas, un aspecto al que deben buscar soluciones de cara a próximas ediciones, aunque la propia organización ya ponía remedio en los puntos más conflictivos para la jornada del domingo.


Col de Macuegne

Puro ambiente clásico

Precisamente el sábado hubo pocas colas hasta mediada la jornada, cuando empezamos a juntarnos con los corredores del primer bucle. La mayoría de españoles participamos en color azul, el intermedio, muy acertado para nuestras motos y nuestro nivel trialero medio. Había una zona, con un escalón fuerte que supuso algunos sustos y que además acumuló una cola el sábado cercana a los cuarenta y cinco minutos de espera media. El domingo esta zona fue modificada muy acertadamente eliminando el escalón y acortando su longitud para evitar el mismo atasco.

Otro pequeño inconveniente es que no se realizaba un parque cerrado como sí es habitual en nuestros triales, por lo que no tienes un sitio donde guardar las motos durante la noche.

En total, los pilotos estuvimos sobre la moto nada menos que durante unas ocho horas el sabado y cerca de seis el domingo, con lo que la sensación era de terminar verdaderamente saciados de trial. Algunos terminamos el sábado pasadas las seis de la tarde, pero uno de los puntos a imitar es que no hay límite de hora, por lo que no tienes que perder los nervios por que se te haga tarde y no te importan tanto las colas que puedas encontrar, que al final fueron sólo en dos o tres zonas.

Viñedos y monte así es el Ventoux Classic

El domingo nos permitieron a algunos españoles salir los primeros por tener que tomar el avión en Barcelona a las 21 horas, por lo que hicimos el trial prácticamente en solitario hasta la zona 14, donde nos juntamos con el grupo del segundo bucle, pero no hubo ningún atasco como el sábado. Mismas zonas con la únicas variación de la mencionada del escalón rectificada para evitar daños mayores. A las 13.30 habíamos terminado la jornada sin ningún percance digno de mención.

Un trial fantástico en un entorno increíble y muy bien organizado, sin duda merece la pena correrlo, el único problema este año ha sido su cercanía a los triales de Santigosa y Cabrianes y la coincidencia con la Copa de España en Maeztu.

A destacar el tipo de zonas, marcadas muy razonablemente y las motos con muy escasa preparación, muy del gusto de unos cuantos revientaforos... Un trial para conocer y para repetir.

No disponemos de fotos de acción, pero aquí sí de tres videos cedidos por Richard Parreau de Trial en Ancienne que nos describen perfectamente la belleza de este trial:

 

 

 

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