Prueba Racing
   
Mecatecno Trial Proto 1981

Texto y fotos: Ramón Sallés

Acción: Ramón Sallés



LA MOTO DE "MINO"

   Esta Mecatecno que traemos hoy a Todotrial clásico tiene una historia especial, porque es una moto especial. Sin duda por tratarse de un modelo único, un proto que no llegó a la serie, pero mucho más porque esta moto la pilotó alguien muy querido por todos los que a principios de los ochenta nos encontrábamos en los paddock de los triales, Marcel.lí Corchs.

  Historia

   Por entonces, Toni Gorgot ya había sustituido a los Soler, Subirá, Juvanteny y Cirera en la élite de los trialeros nacionales, y una nueva generación de incipientes pilotos junior dejaban ver muy buenas maneras en las zonas, a los mandos de sus Bultaco, Montesa y Ossa, con las cada vez más competitivas máquinas italianas Fantic y SWM, asomando en los podiums. Entre esos "junior", que más tarde serían "senior", antesala de la categoría "super", tres pilotos destacaban entre el resto. Por un lado Lluís Gallach hacía maravillas con una ligera pero poco potente Fantic 200 (156 cc. para ser exactos), una moto con la que Jaume Subirá ya asombraba en el Mundial, por otro lado Gabino Renales era el máximo exponente del trial serio y efectivo, y finalmente Marcel.lí Corchs, con sólo 14 años, demostraba en cada prueba que estaba destinado a ser una gran figura en el mundo del trial, con un pilotaje natural, fluido y alegre, que ponía lo que le faltaba a su SWM para llevarla a lo más alto del podium en numerosos triales de la temporada. Estamos a finales de 1.980.

   Mecatecno había nacido con una producción enfocada principalmente a las motos para niños, donde conseguía una importante popularidad, pero Jordi Rabasa tenía otros proyectos y su pasión por el trial le llevaría a diseñar, entre Reyes y Reyes, una moto, un prototipo de trial, especialidad que le apasionaba.

   La entrada de Mecatecno en la competición no deja de ser anecdótica, ya que Mino (así es como le llamaba su familia) estaba probando su SWM en unas zonas cercanas a Martorellas cuando Jordi Rabasa, propietario junto con Ramón Mira y Joan Ruiz de la firma Mecatecno, y primo hermano de Andreu Rabasa de Derbi, apareció con la Mecatecno que él mismo había construido para su disfrute personal.

   Rabasa le preguntó a Corchs si le importaba probar la moto para darle su opinión, y a Mino le gustó la moto, por lo que Rabasa le propuso pilotarla en competición, a lo que este accedió. Dejaba pues SWM, con un subcampeonato nacional junior, para empezar con una marca nueva, una moto nueva y mucha ilusión en su paso a la categoría Senior.

   La moto empezó a mejorarse, adaptándola poco a poco a los gustos de Corchs. El chasis de por sí ya era bueno, fruto de las modernas ideas que Jordi Rabasa tenía sobre el trial, y el motor, un 156 cc de origen Fantic, vió como "engordaba" su cilindrada hasta los 180 cc., ganando con ello en potencia y bajos, algo de lo que adolecía el pequeño propulsor italiano.

   Marcel.lí realizaría una excelente temporada 1981 a los mandos de la Mecatecno, alternando victorias con podíums en casi todos los triales en la categoría senior, e incluso batiendo a buena parte de los Super en la clasificación general de algunas importantes pruebas. Finalmente, en el campeonato nacional, decidido a prueba única, Gallach se llevaría el triunfo con su Montesa, con un solo punto de ventaja sobre Mino y la Mecatecno, que eran primeros al finalizar la segunda vuelta, y a los que sólo una ampliación del tiempo permitido que benefició a sus rivales, apartaría de la primera posición final.

   En el año 1.982 Marcel.lí continuará en Mecatecno, con pequeñas modificaciones en la moto, a la espera de un nuevo modelo que debía ver la luz a mitad de temporada. Aquí nuevamente veríamos al tandem Corchs-Mecatecno en los primeros lugares, aunque esta vez ya luchando de tu a tu con los tenores del nacional, una vez encuadrado en la categoría Super. Nuevamente el trío Corchs-Renales-Gallach era foco de atención y sus clasificaciones, cada vez más arriba, hacían que todos viéramos cada vez más cercano el relevo de los hasta entonces intocables pesos pesados del nacional. También empieza a salir al Mundial, y en los triales de Francia e Italia consigue resultados prometedores.

   Llega el final de temporada sin que la nueva moto esté a punto, debido a algunos retrasos, y Mecatecno le ofrece a Corchs la posibilidad de continuar una nueva temporada, pero a la vez le abre las puertas para su salida, viendo el potencial del joven piloto de Mollet.

   Marcel.lí es una pieza codiciada, y Montesa le ofrece un contrato, pero al mismo tiempo Derbi declara su intención de desembarcar en el trial con una moto de fabricación propia, partiendo también de unos bajos de motor italiano, pero con toda la tecnología de la marca pluricampeona de velocidad. Corchs duda, pero el interés de KM2 por Derbi lo lleva a estampar su firma en el contrato que le ofrece la marca vallesana. El proyecto parece interesante, y el hecho de ser primer piloto y con todo un potente departamento de carreras detrás, sin duda da buenas vibraciones, pero la Derbi es una moto muy nueva, y además la experiencia de la marca en el trial no es todavía suficiente.

   Los resultados no son tan buenos como se esperaba, y la falta de desarrollo de la moto es notoria, quizás porque Derbi tiene más trabajo del esperado en el Campeonato Mundial de Velocidad, lo que hace que deje en un segundo plano el desarrollo de la trialera. No obstante, la progresión en el pilotaje de Mino es constante, y los jefes de equipo de las otras marcas se continúan fijando en él. Así, al final de temporada, Marcel.lí ve con alegría como el patrón de Fantic le ofrece un contrato como escudero de Michaud en el mundial, y como primer piloto de la formación transalpina en el campeonato de nuestro país.

   1984, la moto es una Fantic 300, una moto muy al gusto del piloto francés, con un potente motor de gran cilindrada, lejos de los típicos propulsores de 156 y 212 cc que habían hecho famosas a las motos italianas por su ligereza y agilidad. La 300 quiere parecer una Sherpa, con un chasis muy rígido y una dimensiones importantes. No obstante, la moto es competitiva, y Corchs empieza a conseguir buenísimos resultados, a la vez que su pilotaje se consolida.

   Muchos lo ven como uno de los trialeros con más proyección en el futuro, con un estilo muy depurado y decidido, pero el trágico destino de un accidente de automóvil, cuando se dirigía a Santander a participar en un trial, acabaría con su vida y nos privaría a todos del que sin duda habría sido uno de los mejores trialeros de todos los tiempos, Marcel.lí Corchs, "Mino" Corchs, uno de los grandes.



   Gabriel Corchs, padre de Marcel.lí, nos cedió amablemente para la prueba la Mecatecno que había pilotado su hijo. Hay que decir que la moto era propiedad del patrón de Mecatecno, Jordi Rabasa, que la puso en manos de Gabriel Corchs para ser restaurada y finalmente se la regaló en recuerdo del bravo piloto. Todo un gesto por su parte. Gracias a ambos.

 

  Continuación