Pruebas
   
Sherco 2.9 2001

Texto: Horacio San Martín
Fotos: Alberto Curieses

Acción: Horacio San Martín


    PESO PLUMA

     Acaba de lanzarse la tercera generación de la Sherco, una moto que introduce novedades revolucionarias tras unos años en que las motos de trial no habían incorporado ninguna innovación importante. Tras sólo dos años de actividad, la nueva marca catalana ya disfruta de un reconocido prestigio en todo el mundo y sus ventas se disparan día a día, es evidente que Sherco apunta muy alto, y el éxito logrado en tan corto plazo de tiempo así lo demuestra. Empecemos hablando de su denominación, a partir de ahora las motos que conocemos como Bultaco Sherco abandonan toda referencia a la mítica marca catalana. Sherco reservará el nombre Bultaco para algunas unidades especiales destinadas a los coleccionistas que surgirán en ediciones limitadas. Sherco goza ya de una gran calidad y fama mundial, y pese a que tiene licencia para fabricar motos de trial y enduro bajo la marca Bultaco durante 15 años, prefiere crear una entidad propia, reservando la marca del dedo rampante a los modelos para coleccionistas como la futura Sherpa T, y así no tiene que pagar por el alquiler de la marca a la familia Bultó. Por este motivo no encontramos los logotipos de la firma que crease don Paco Bultó en el modelo 2001, y sí los de Sherco. De la futura Bultaco Sherpa T os informaremos puntualmente en Todo Trial.

  Novedades

 

    Lo primero que salta a la vista es su diseño, la moto es realmente bonita, con unas formas sencillas y suaves en las que predominan las curvas. Ahora el chasis está cromado, y el color dominante es el azul, con líneas amarillas y en azul más claro, abandonando los toques grises anteriores. Su aspecto es muy liviano, y lo que más llama la atención es el nuevo sistema de escape, mucho más reducido, del que trataremos después. En los cárteres puede apreciarse el nuevo logotipo de Sherco. Queda patente que se ha querido dar a la moto un aspecto ligero y moderno, así todos los plásticos son de nuevo diseño, salvo el cubrediscos delantero. Lo primero que sorprende es su faro delantero, realmente futurista. El trasero está integrado en la aleta aún más que antes, y su diseño guarda las líneas del delantero. El guardabarros anterior acaba en forma puntiaguda, y el trasero es más curvilíneo pues el asiento es ahora más bajo.

 

     El depósito de combustible es una de las principales novedades. Al mirarlo por debajo sorprende porque es casi transparente, pero al tocarlo sorprende aún más, pues es realmente fino, y si presionamos con los dedos lo hundimos casi como si fuese una botella de leche. El material utilizado es plástico soplado con un tratamiento especial para que la pintura no salte, lo que supone un nuevo método en la fabricación de este elemento. Con este sistema se ha logrado una reducción de 800 gramos de peso con respecto al depósito anterior. En la parte superior es mucho más grueso, con un nuevo diseño que sitúa el tapón de llenado en posición horizontal.

     Pero la principal novedad es el nuevo sistema de escape. Durante muchos años, las motos de trial tenían el escape dividido en tres elementos, el colector o codo de escape que sale del cilindro, el silencioso central, y la petaca o silencioso final. Pues bien, en la nueva Sherco se ha eliminado el silencioso central, idea que rondaba por la cabeza de Paxau desde hace tiempo. Con ello se consiguen gran número de ventajas. En primer lugar el peso se reduce en 1’5 Kgrs, pues las petacas centrales son elementos bastante pesados y además en la nueva Sherco el único silencioso está realizado completamente en aluminio. En segundo lugar hay mucho más espacio libre, lo que ha sido aprovechado para poner un filtro de aire con un 28% más de capacidad que el anterior. El nuevo escape lleva dentro fibra cerámica, y no es necesario cambiar la misma. Así nos ahorramos dos inconvenientes, por un lado el de tener que cambiar la fibra a la petaca final cada poco tiempo, y por otro el tener que cambiar el silencioso central, según nos dijo Paxau. Además parece ser que los decibelios que emite la moto son menos que antes, y que también se ha mejorado el consumo.

     Como ya hemos dicho, el nuevo escape en dos piezas hace posible adoptar un filtro de mayor capacidad, lo que ayuda a que la moto respire muchísimo mejor, más desahogada. A pesar de ser mayor, el filtro no es más pesado sino al contrario. Este elemento está situado en posición más baja que antes, con lo cual la altura del asiento es ahora 2 centímetros menor.

     El chasis de acero al Cromomolibdeno, recibe pequeños cambios, ahora es cromado y se han reforzado los soportes de las estriberas y los anclajes del motor. La geometría es ahora diferente, debido en gran parte al alargamiento del basculante en 6 mm. Los rodamientos del basculante han sido reforzados, y la placa cubrecárter es de igual grosor pero de mayor resistencia, al tener los pliegues más profundos.

     En el apartado de suspensiones, en la parte delantera, la horquilla Paioli, fabricada en exclusiva para Sherco se adopta tanto para la 250 como para la 290. El tarado de la misma ha sido mejorado, gracias al trabajo de puesta a punto que se ha llevado a cabo mediante avanzados métodos informáticos en ambas suspensiones. Además es algo más ligera que antes. En cuanto a la suspensión trasera, el monoamortiguador sigue siendo un Ollé, pero es distinto, pues lleva nuevo muelle y también se han modificado sus reglajes, haciéndolo más progresivo. Las bieletas también han sufrido pequeñas modificaciones. Los frenos siguen siendo los mismos que en el 2000, ambos de pinza simple, pues según Paxau, las pinzas dobles son más caras, más pesadas y al final sólo frenan un poquito más.

  En acción

     Una vez hemos mirado todos los detalles de la moto, pasamos a la prueba dinámica. La moto arranca fácilmente a la primera patada, emitiendo un sonido muy suave y eléctrico. La posición de conducción es muy correcta, y parece que nos encontramos en nuestra moto de siempre. Todos los mandos están bien situados y no se encuentra nada extraño. Las marchas entran con gran suavidad, gracias a la gran superficie de sus discos de embrague y la palanca realiza un recorrido muy corto pero preciso. La precisión y suavidad con la que entran las marchas es mucho mejor que en otras trialeras, pero esto no es ninguna novedad pues en los modelos anteriores también era característico.

     El motor responde de manera muy viva, con una rápida subida de vueltas, esto es debido al nuevo filtro de aire, pues al ser de un volumen mucho mayor hace que la moto respire todo lo que necesita, rodando mucho más desahogada. La moto parece que tiene más fuerza en bajos que antes, pues responde alegremente desde el momento de abrir gas. Al estirar las marchas, parece que estas no tengan fin, en parte porque la moto va muy bien desde abajo, y en parte porque estira mucho más que antes. Da la impresión de que se han modificado las relaciones de cambio, pues la primera parece más larga y la segunda y tercera más utilizables. Pero sin embargo no se han alterado, lo que pasa es que la moto tiene más bajos y más estirada gracias al nuevo filtro. Un ejemplo claro es que parece que ya no hay tanto escalón entre la cuarta y la quinta marchas, pero es sólo por lo que hemos comentado. El resultado es una respuesta mucho más llena y elástica, una mejora en bajos y altos que hace más utilizables las cinco marchas de que dispone.

     En cuanto a la manejabilidad es indiscutiblemente la reina de las trialeras, como cabría de esperar, pues sigue siendo la más ligera del mercado, anunciando 69 kilos de peso. La parte delantera se mueve con gran facilidad y sin esfuerzo alguno, incluso se te escapa de las manos si estás acostumbrado a otras motos. El efecto es que cuando te vuelves a subir en otra moto, notas realmente la diferencia. Pero esta ya era una característica del modelo 99. Ahora la gran mejora está en la parte trasera. La eliminación de la parte central del escape, y la bajada del punto de gravedad hacen que la ligereza en el tren trasero sea como en el delantero. En los modelos anteriores, había una descompensación entre ambos trenes, mientras que el delantero ya gozaba de la comentada ligereza, el trasero se notaba más pesado, por lo que la diferencia de pesos entre la parte delantera y trasera de la moto se notaba bastante.

     Esto hacía algo difíciles los vuelos laterales en que se levantan ambas ruedas para girar o saltar. Ahora la moto está más compensada, y la sensación de flotabilidad y manejabilidad es mayor. Otra cosa que se nota bastante respecto al modelo anterior es su mayor estabilidad, la moto se mantiene mejor en parado, y también mejora en el paso por las zonas, pues se mantiene más recta al circular por piedras sueltas y afrontar obstáculos.

     La suspensión delantera sigue estando confiada a una horquilla convencional Paioli sin posibilidad de regulación externa, lo que ha sido queja de algunos propietarios, que ven así mayor dificultad para ajustar la moto a su peso o a sus preferencias personales. Algún componente interno ha variado, siendo ahora un pelín más ligera, y los reglajes han sido mejorados, haciéndola más progresiva. En la trasera, el nuevo monoamortiguador Ollé también varía sus reglajes y progresividad, y el conjunto de ambas suspensiones está también muy equilibrado. La progresividad es perfecta, los topes no existen, con esta moto te tiras sin ningún miedo desde grandes alturas que en otras monturas te hubieses pensado más. La caída es tan suave que parece que has realizado un salto mucho menor, y ello te anima a tirarte aún más alto y te da gran confianza trazando las zonas. El rebote de la suspensión al subir grandes escalones es perfecto, y da la impresión de que estas sean más duras, pero al mismo tiempo más suaves. De todas maneras en la moto probada aún no se habían rodado lo suficiente. Desde luego se nota el esfuerzo realizado en la marca para ajustar las suspensiones mediante técnicas informáticas, aunque el amortiguador trasero aún necesita mejorarse.

     En el apartado frenos, no hay ningún cambio, debido a lo ya comentado anteriormente. La verdad es que la potencia de frenado de la Sherco es menor que en motos de doble pistón, pero el resultado aún así es bastante bueno.

     El embrague es suave y el gran tamaño de sus discos hacen que sea bastante resistente, lo que se nota también por la precisión con la que engranan los cambios. 

     La accesibilidad mecánica ha sido uno de los puntos más criticados en las Sherco por sus propietarios, y por ello se han mejorado algunos puntos, como la situación del termostato, ahora más baja, o el cambio de posición de algunos componentes eléctricos que dificultaban la revisión del nivel de agua en el radiador. Aún así la accesibilidad no es excesivamente buena, y para desmontar algunas piezas tenemos que seguir desmontando las que la rodean, como por ejemplo, para sustituir la palanca del freno trasero.

     Los acabados tampoco son de lo mejor, pero están bastante bien. Otros detalles que podrían mejorarse serían la mala calidad del caballete, tanto por su frágil anclaje como por la tendencia del mismo a rozar con el disco o golpear el basculante. El sistema de anclaje de la aleta trasera también es mejorable, pues la facilidad para romper la misma es mayor que en otras marcas, así como el subchasis trasero central, demasiado aparatoso.

 

    Por último tenemos que tratar de esas otras cuestiones que al final son las que nos hacen decantarnos por una moto u otra. Comencemos por el precio, pues viene con una subida en torno a las 40 mil pesetas. En el resto de detalles a tener en cuenta, los repuestos se encuentran fácilmente, no existiendo ningún tipo de problemas en este sentido. La fiabilidad de las Sherco ha quedado demostrada por los modelos anteriores, y aunque junto con las Gas Gas son motos más frágiles que las duraderas Montesa y Beta, a su favor está su mayor ligereza y manejabilidad, junto a su menor precio.

     Se trata en definitiva de una muy buena moto, ideal para todos aquellos a quienes les gusta practicar un trial más espectacular, con constantes saltos y llevando más tiempo las ruedas por el aire que por el suelo, se trata sin lugar a dudas de la reina de la manejabilidad a lo que contribuye su vivo motor y su contenido peso.

 

 

 

Ficha técnica: Sherco 2.9 2001
Marca

Sherco

Freno posterior

Disco flotante de 145 mm. de diámetro

Modelo

 2.9 2001

Freno delantero

Disco flotante 185 mm. de diámetro

Motor

Sherco, monocilíndrico 2T

Encendido

Volante magnético electrónico

Refrigeración

Líquida

Neumático delantero

2,75X21 Trial Michelin Trial Competition

Admisión

Por láminas directa al cárter

Neumático posterior

4,00x18 Trial Michelin Trial Competition X11 sin cámara

Diametro

76

Mandos

Acelerador Domino, manetas AJP.

Carrera

60

Ruedas

De radios, con llantas de duraluminio Morad

Cilindrada

272,1cc.

Instalación eléctrica

Luces delantera y trasera, luz de freno delantero y trasero

Carburador

Dell 'Orto PHBL 26

Plancha protectora motor

De Dural

Transmisión Primaria

Por engranajes

Pedal freno posterior

Aluminio

Transmisión secundaria

Por cadena

Pedal cambio

Aluminio con puntera retráctil

Cambio

5 velocidades

Pedal arranque

Aluminio

Embrague

Multidisco en baño de aceite con mando hidráulico, bomba y pinza AJP

Longitud total  mm

Chasis

Doble viga en tubo de acero al cromomolibdeno con recubrimiento cromado

Distancia entre ejes 1327 mm

Basculante

De aluminio de sección rectangular, tipo banana

Altura del asiento 635 mm

Depósito de combustible

De plástico soplado, con reserva

Distancia al suelo  325 mm

Suspensión delantera

Horquilla telehidráulica Paioli 170 mm de recorrido

Peso en seco 69,5 Kg

Suspensión posterior

Monoamortiguador Olle, de gas 170 mm de recorrido, sistema de progresividad variable mediante bieletas

Capacidad del depósito 3 litros, incluida reserva

Frenos

Bomba y pinzas  AJP de dos pistones

Precio 

745.000 Ptas IVA incluido