FAQ Mecánico
Embrague

Indice

1. Embrague que arrastra (problemas con el aceite).
2. Embrague que patina.
3. Averías mecánicas del embrague.

 

EMBRAGUE QUE ARRASTRA (problemas con el aceite).
"Al apretar la maneta, la moto sigue tirando." "Al arrancar en frío, la moto sale disparada." "Me cuesta mucho meter las marchas."

Lo primero que tenemos que mirar es si llevamos el aceite adecuado. Si es demasiado viscoso puede producir este arrastre. La viscosidad adecuada para el embrague no es la misma que para la caja de cambios, así que en los motores modernos, que comunican ambos sitios, se recurre a un compromiso: un aceite de graduación SAE 10W30. Esta nomenclatura significa que el aceite se comporta como un SAE 10 en invierno o en frío (W="winter" invierno en inglés) y como un SAE 30 a temperatura normal de funcionamiento. Con esta graduación el embrague no debe arrastrar, pero si podemos aumentar un poco la viscosidad sin sufrir el efecto de arrastre, el motor lo agradecerá. en las Sherco se puede usar perfectamente 10W40, e incluso 15W50 en los meses más calurosos. Las montesas son muy sensibles por culpa de unos discos especiales, y requieren el uso de aceite especial para transmisiones hidráulicas (una aberración de la que ya hablamos en su momento) como el Elf HTX740. Algunos usuarios de montesa obtienen buenos resultados también con Motul TransOil 10W30, pero la solución definitiva viene tras sustituir los discos de fábrica por unos Surflex o incluso los de serie de la Honda CR250. En caso de no ser el aceite causa del problema, hay que acudir a una revisión mecánica (ver pregunta 3) (Volver al índice)

EMBRAGUE QUE PATINA.
"Al soltar el embrague en marchas largas, la moto tironea." "Ante un fuerte acelerón en tercera, el embrague titubea y la moto sube de vueltas irregularmente."

En este caso el tipo de aceite influye muy poco (a no ser que hayamos tenido la desgraciada idea de añadir algún tipo de aditivo antifricción o utilizar un aceite de coches sintético, no específico para embragues inmersos, con lo cual habrá que desmontar los discos y lavarlos intensamente con gasolina, incluso darles unos toquecitos con lija muy fina). Tras comprobar que tenemos líquido en el circuito y que la bomba del manillar funciona correctamente, procederemos a desmontar la maza del embrague y comprobar el estado de los discos. Es corriente que el forro de fibra de los discos se despegue y provoque este efecto. Si están muy gastados, lo mejor es cambiarlos, pero si aún tienen suficiente grosor, podemos limpiar todo con algún disolvente para eliminar los restos de aceite, y pegar los trocitos de forro con pegamento epoxi, (de 2 componentes, tipo Araldit). Al montar de nuevo el paquete, quedará un poco más grueso, debido al pegamento, sin efecto sobre el funcionamiento del embrague. En caso de que queramos estar seguros, podemos intercalar unas arandelas finas (1 mm) entre los muelles y alojamientos para que este grosor extra no afecte a la dureza del embrague. (Volver al índice)

AVERÍAS MECÁNICAS DEL EMBRAGUE.
"El embrague se ha puesto muy duro." "El embrague arrastra, pero ya he comprobado el aceite."

En los embragues de cable es frecuente que éste y su funda queden machacados por las tijas y el chasis, o que se mojen y oxiden o se sequen. La solución es evidente: cambiar el cable y funda y guiarlos por otro sitio que no los martirice y echarles unas gotas de aceite de cuando en cuando. En los hidráulicos tenemos que comprobar que la maneta se mueve libremente y que no limita el retorno de la bomba (efecto causado por un excesivo apriete del tornillo (o tornillos) que regulan el juego libre y la distancia al manillar. Si la moto se ha "revolcado" (esperemos que el piloto no), es posible que alguna burbuja haya ido a parar al circuito, con lo que la presión se pierde a lo largo de éste y no empuja suficientemente los discos. Es este caso hay que proceder al sangrado del circuito hidráulico, de forma idéntica a como se realiza con los frenos (ver pregunta 4). Otro punto conflictivo, pero más raro, suele ser el pistoncillo hidráulico que empuja la varilla del embrague. Si soltamos la carcasa (parece la mitad de una pinza de freno), podremos observar el estado de éste y de la varilla empujadora. A veces esta varilla está separada por una bola (igual a la de los rodamientos) que, al igual que la varilla, se puede magullar y, dependiendo de la postura en la que caiga, hacer que el embrague responda como le parezca. Para montar este sistema, antes de colocar la semi-pinza, accionar la maneta de forma que el pistón llegue casi a final de su recorrido, para que al montarlo, él mismo empuje el exceso de líquido hacia arriba. (Volver al índice)