La Cabrera	19 de Marzo , 2006
3ª de 7
Trofeo de Madrid Trial de Clásicas		Texto y fotos: H. San Martín

   El trial de clásicas cada vez más fuerte

En La Cabrera se formaron colas en un par de zonas

La tercera prueba del Trofeo madrileño de clásicas se celebraba en La Cabrera bajo la organización del Moto Club Valdemanco, compartiendo esta vez escenario y zonas no sólo con los pilotos alevines y juveniles, como viene siendo habitual, también con las féminas, que tenían aquí su primera prueba puntuable para la Copa de España y cuyo reportaje podéis ver pinchando aquí.

Así, con la presencia de la campeonísima Laia Sanz y otras prometedoras chicas, los clásicos volvían a poner en marcha sus monturas en un campeonato que está siendo el más atractivo de todos los celebrados en Madrid hasta el momento, y es que las inscripciones son muy numerosas y la variedad de las motos también, aunque el madrileño siga siendo un campeonato joven que aún necesita evolucionar hasta ponerse a la altura de otros como por ejemplo el catalán.

Lo bonito es ver como cada día son más los que se animan a hacerse con una clásica y disfrutar de este otro modo de hacer trial, en el que el pilotaje es como antes, y sobre lo que se ha dado un gran avance este año al poner en el reglamento la obligatoriedad de no realizar cambios en parado.

Algunos pilotos llegaron desde Cataluña, como Ramón Palau

Esto también demuestra que los delegados que se ocupan del trial de clásicas hacen las cosas bien y tienen claro como debe ser el trial de clásicas para que no evolucione por caminos equivocados y se mantenga el espíritu que siempre lo ha caracterizado.

Como suele ser habitual en esta zona de terreno principalmente pedregoso, y en los triales marcados por el Valdemanco, las zonas fueron principalmente de piedra, con algunos giros sobre tierra. El día se presentaba muy oscuro, con unas nubes bajas enganchadas en las montañas de La Cabrera, que amenazaban lluvia. Esta llegó de modo intermitente, y tan pronto lucía el sol como se oscurecía y caían algunas gotas que mojaban el terreno, haciendo aún más selectivas las zonas.

Sobre estas hubo un criterio de marcaje diferente al habitual, quizás por tratar de adaptarlas más a las categorías femeninas, pero lo cierto es que el nivel en A fue muy accesible, y el de B mucho más duro que habitualmente. De hecho los tres pasos más difíciles de A, eran también pasos de la categoría B, lo que provocó más fiascos de la cuenta en estos y algo que no se había visto hasta ahora casi nunca en B, el que algunos pilotos optasen por picarse cinco en una de las zonas.

Mauricio de Los Casares, este año con Honda	Yanic Gunter Diedrich y al fondo los picos de La Cabrera

Angel Luís Cuevas y su preciosa Merlin Gallach Réplica

Para los pilotos punteros de B no hubo problema porque eran capaces de realizar estos pasos sin problemas, pero para el resto hubo alguna zona que pecó de peligrosidad en una subida de piedra que provocó algunas caidas, y también la retirada de Luís Sanfiz, que también se lamentó de haber roto el guardabarros trasero de su bonita Cota 200. Pero tranquilos, porque esta no es la tónica habitual en este nivel del trial de clásicas.

Por el contrario los pilotos de A se quejaban de zonas demasiado fáciles, en las que un mínimo error podía echar a perder un buen resultado final. Incluso en alguna zona el paso de A era más sencillo que el de B. Y hablando de zonas, el recorrido se componía de ocho, a las que había que dar tres vueltas en un tiempo máximo más que suficiente de cinco horas.

Y menos mal que se optó por dar un tiempo elevado, ya que de no ser así el trial se hubiese convertido en un caos a causa de la acumulación de pilots en las zos zonas más difíciles del trial.

Joaquín López estrenaba Sherpa 199 y se inscribía en A

No es habitual ver colas en los triales de clásicas, pero en esta ocasión hubo algunas, aunque tampoco hay que ser alarmistas de momento ya que las colas fueron provocadas por lo ya comentado,l a dificultad en dos zonas concretas. Lo que sí es preocupante es que estas colas provoquen un efecto no deseado, el de los típicos que aprovechan para colarse descaradamente al resto de pilots, algo que molesta mucho a los pilotos de siempre, que hasta ahora nunca habían visto este problema en un trial de clásicas, en el que reinaba un buen ambiente y por supuesto la buena educación. Quizás para las próximas ocasiones habría que acordar entre todos una norma no escrita en la que se evitasen los "cueles" y que es tan sencillo como preguntar ¿quien es el ultimo? cuando haya una gran acumulación de pilotos en una zona. Desde luego este problema no sucede en triales de otros paises y otras regiones, y en madrid no tenemos porque ser menos educados.

En fin, lo importante es que siga el buen ritmo de participación, de celebración de triales, el buen ambiente y cada día se vean más y más variadas motos en los triales de clásicas, aunque de momento la moda Honda es la que predomina, como ya hiciera hace un par de años en la Copa Catalana. ¿Donde están esas SWM, Ossa, Italjet, etc?

   Clásicas A, más apretado que nunca

Manolo Jiménez se colocaba sexto en A a tres puntos del podio

En esta ocasión la categoría Clásicas A estuvo bastante más poblada que en las Rozas, gracias a la reaparición de pilotos que compitieron en Cabanillas pero estuvieron ausentes en la cita anterior, como el joven ex-mundialista Diego Garrido, Nacho Manzanero o Carlos Varadé, y la incorporación de un piloto valiente, Joaquín López, que ya será un fijo en los triales de clásicas tras estrenar su Sherpa 199 en Mallorca

Como se ha dicho las zonas fueron muy accesibles y clara muestra de ello son las penalizaciones de la última vuelta: 5 y 11 puntos fueron los parciales más elevados. Al principio se pensaba que habría varios empatados a pocos puntos en cabeza, e incluso a cero, pero al final las zonas fáciles traicionan, y los pequeños errores o los graves en forma de fiasco fueron cayendo sin que sus víctimas lo esperasen.

Esto es lo que le pasó precisamente a Alfredo Gómez, a quien un exceso de confianza al entrar mal en una sibida a la que se entraba tras un cerrado giro de tierra, por cierto paso compartido con los B, le provocó un fiasco que le volvió a dejar en la tercera plaza del podio al igual que en Cabanillas.

Diego Garrido no daba opción y vencía en A con un punto	Fran Rico seguía a Garrido en el segundo puesto del cajón A

Miguel Román, claro ejemplo de pundonor

Precisamente la clasificación se repitió, con Diego Garrido en primer lugar con 1 punto, seguido de Paco Rico con 2, por lo tanto podio pleno para los jovenes hondistas.

Nacho Manzanero fue el único capaz de defender la dignidad de las motos españolas al colocarse en cuarto puesto sobre su Merlin con 6 puntos, uno más que Gómez y uno menos que Bertrán Martinez Peñalver, que ha cambiado su Honda 200 por una 250 y también se mostró muy fino. Magnífico resultado para Manuel Jiménez, el ganador de Mallorca en Trialeros, al sumar 8 puntos, uno más que Bertrán, y es que las puntuaciones estuvieron más apretadas que nunca.

Ya más descolgados quedaban Toño Villanueva, Horacio San Martín y Carlos Varadé, cometiendo más fallos de la cuenta, y algunos en forma de fiasco tonto.

Cerraban la tabla dos pilotos que dan buen ejemplo a muchos, pues se atreven con las zonas de B porque para ellos lo importante es disfrutar del trial y enfrentarse a zonas que motivan antes que hacer un cero tras otro en zonas más fáciles. Y es que el trial clásico también es esto. Nos referimos a Miguel Angel Román y Joaquín López.

Alfredo Gómez era tercero en A	Carlos Varadé y su preciosa Sherpa, noveno en A

   Clásicas B, más dificil de lo habitual

Retorno de Francisco de la Cruz al trial y buena actuación

Si en A las cosas fueron bastante más sencillas que de costumbre en B pasaba lo contrario, no en todas ellas sino en dos principalmente, aunque también hubo zonas muy fáciles y otras de nivel medio, creando un trial muy selectivo que se reflejó en unas puntuaciones muy escalonadas, también más cargadas de lo habitual, pero con una media de puntos más o menos lógica con lo que debe ser un trial de clásicas.

El numero de inscritos ascendía a 35 pilotos, lo cual no está nada mal. Como siga aumentando así la cosa quizás para otra temporada se podría plantear seguir los pasos de la Copa de España y de la Catalana y crear categorías por año de la moto, como son Pre-72, Pre-77 y Trialeros, aunque aún es pronto para esto.

Al igual que en Cabanillas, se contaba con un piloto internacional, concretamente británicos en las dos ocasiones. Entonces era Mick Andrews y esta vez era John Anthony Kaye y también ganó. Kaye es el propietario de la tienda B+B Road & Trials en Barnsley (Gran Bretaña) y piloto habitual en los Seis Días de Escocia. Os preguntaréis que hacía por Madrid, y la respuesta es que Kaye es muy amigo de Adolfo Barreiro, el "boss" de Motos Alfa, y de vez en cuando intercambian vacaciones en sus respectivas casas. Da gusto tener amigos trialeros internacionales ¿verdad?

Javier Cruz, octavo en Clásicas B	José Luís Román Horcajo pasaba de C a B en el trial más difícil

Ramón Palau causó admiración con su Montesa Impala Trial

Pero Kaye no era el único piloto llegado de lejos, también contábamos con la agradable presencia de un grupo de pilotos catalanes, que siempre son bienvenidos: Joan Carles Forte y los Palau, de los cuales Ramón llevaba una preciosa Impala Trial, a la que daba gusto ver en las zonas.

Tras Kaye a lomos de una Merlin prestada por Adolfo, se situaba el habitual campeón de la categoría, al que últimamente le está costando más de lo habitual subir al primer puesto del podio, Alfonso Sánchez Eguibar, que sumaba 6 puntos, y cerrando el podio se encontraba Manuel Casado con 10 penalizaciones. Un podio que visto el buen nivel de los pilotos, cada día se cotiza más caro.

Algo más descolgado, con 15 puntos se quedaba Nacho Tamargo, y tras él un triple empate a 17 puntos entre Julián Sanz, el reaparecido Fernando de la Cruz sobre una preciosa Honda TLR y Mario Casado. Con dos más se colocaba Javier Cruz, y con 20 empatados José Garrido y Luís Franqueira cerrando las diez primeras plazas. Mala suerte para Yanic Diedrich, que sufría problemas mecánicos en su bonita y especial Honda 125, y al que se podía ver con el destornillador a la entrada de cada zona intentando solventar los problemas de carburación.

José Ramón Piñeira en una subida que causó algunos problemas	Mario Casado sigue escalando posiciones

Miguel Sánchez monje esta vez participaba con una bonita Cota 172

Lo bonito de esta categoría es que tan pronto se puede estar cerca del podio o encima de este, o quedar fuera de los quince primeros, pero sobretodo el poder disfrutar de zonas clásicas y accesibles para quienes tienen un nivel bueno o medio.

   Clásicas C, también aumentando

En Clásicas C, el nivel más accesible, ideal para que nadie ponga la excusa de que los triales de clásicas son demasiado difíciles, también va aumentando progresivamente el número de participantes. En esta ocasión se reunieron ocho pilotos, y eso que faltaban algunos de los habituales.

Aquí sucedió lo mismo que en Clásicas B, el nivel fue más elevado que de costumbre, algo que también se reflejó en las puntuaciones, pues fueron más altas que nunca en la categoría, aunque tampoco demasiado elevadas. Quizás nos estamos mal acostumbrando a pensar que los triales de clásicas deben ser zonas que se hagan a cero, cuando lo habitual en los triales de los años setenta eran penalizaciones bastante elevadas, con numerosos varios y fiascos, aunque eso si, sin demasiada peligrosidad.

Javier Andía y su Cota 348, un modelo poco visto en los triales	Lorente volvía con Ossa 20 años después de su último trial con la marca

Alejandro Lorente sobre la Cota 242 primera serie

Lo mejor de esta categoría es la igualdad, pues en las tres pruebas celebradas ha habido tres vencedores diferentes, y en esta ocasión le tocaba el turno a Pedro Moriyón sobre su bonita Sherpa azul, que con un resultado final de 12 puntos se distanciaba del resto de competidores logrando su primera victoria en el retorno al trial de clásicas.

En segunda posición se situaba el vencedor de Cabanillas José Mª Dominguez, repitiendo así el resultado obtenido en las Rozas, y a tan sólo dos puntos el ganador en la cita anterior, Florencio Hélices, que si bien en aquella ocasión debutaba y vencía, ahora ha podido comprobar que no se lo pondrán tan fácil.

Y a un sólo punto de Helices empate entre Enrique Lorente y Gunter Diedrich, seguidos de Miguel Luís Fernández Cañete y José Luís Gutiérrez Málaga, empatados a 34.

La próxima prueba del Trofeo de Clásicas será en Collado Mediano el 7 de mayo bajo la organización del Nuevo Moto Club Trial Madrid, pero antes, quienes quieran más podrán participar en la segunda prueba de la Copa de España en Corbera (Valencia) el 9 de abril.