SCOTTISH PRE-65
3-4 y 6-11 de mayo, 2002
Kinlochleven, Escocia, Gran Bretaña
La esencia del trial clásico
Texto: Ramón Sallés
Fotos: R. Sallés, H. San Martín, I. Tamargo
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   SILKOLENE SCOTTISH PRE 65 TWO DAY TRIAL 2002 (2ª parte)

   Un Paddock impresionante

   Esto no tiene nada que ver con lo de ayer, el paddock está aún más lleno, aunque encontramos un sitio justo a la entrada, bueno la verdad es que Stuart decide aparcar donde le da la gana justo delante de un par de motorhomes, "estos no se van a mover de aquí hasta mañana", dice.

   Lo primero que me llama la atención es un numeroso grupo de japoneses cargados de cámaras fotográficas y de video que se dedican a gravarlo todo. Justo al lado nuestro los de Greeves han aparcado la furgo y tienen tres réplicas nuevecitas para admiración del personal. Además han montado una pequeña tienda donde venden t-shirts, sudaderas, guantes, calcetines de neopreno y algunas piezas de recambio de las motos. No sé donde tengo que mirar. En frente de nosotros hay un camión grande que había sido de un equipo del mundial de velocidad de 500 cc hace ya algunos años (lo reconozco por los sponsors, aún pintados en los laterales), y empiezan a bajar motos del interior. Una BSA C15, una James y una Sherpa.

   Nosotros tenemos que descargar también nuestra furgo y los japoneses esperan curiosos para ver lo que bajamos de ella. De todas formas cuando ven que empezamos a sacar bolsas, más bolsas, cajas de herramientas, caballetes, otra vez más bolsas, cajas de vino, una nevera, latas de gasolina y más bolsas, pierden interés y se van a la siguiente furgoneta. La primera moto en bajar es la de Stuart y los nipones vuelven inmediatamente nada más verla. Verdaderamente es preciosa y nuestras BSA y las Triumph ya no despiertan tanta emoción entre los amarillos, aunque no por ello dejan de fotografiarlas.

   Hay un montón de gente viendo las motos, y el paddock es enorme porque además de donde estamos nosotros se extiende al otro lado del río, y es que ciento ochenta pilotos, la mayoría llegados con grandes furgos, motorhome y caravanas abultan de lo lindo.

   Pongo la BSA sobre un caballete, compruebo presiones, aprieto otra vez el manillar aunque no hace falta y pongo gasolina. Por cierto, me he traído la gasolina desde España (extra 98 sin plomo), porque Stuart nos dijo que la gasolina en Inglaterra es de muy mala calidad a causa de su bajo octanaje. He decidido usar sin plomo 98 por consejo de Esteban, ya que al parecer es la que mejor rendimiento da y para un sola carrera no le va a hacer nada de daño al viejo motor de válvulas de mi B40.

   Me calzo las botas y ya estoy listo, aunque faltan aún casi cuarenta minutos para mi hora de salida, las 10'10 de la mañana, por lo que decido dar una vuelta por el paddock y fotografiar las motos ya que ahora aún están relucientes y es una buena oportunidad.

   La verdad es que para un "pirado" de las clásicas como yo es una auténtica locura estar aquí, no quiero perderme un solo detalle y tanto a la derecha como a la izquierda hay un montón de joyas, Royal Enfield, Ariel, Matchless, Norton, AJS, BSA, Triumph, Greeves, James, Cotton, y hasta una Kreidler de trial, increíble...


Greeves

Cotton

Ariel

Greeves

Matchless

¡¡¡ Una Kreidler de trial !!!

James

Royal Enfield

Triumph

Matchless

Villiers

Sprite
Los españoles participantes: Echezarreta, Casado, Casadesús y Sallés

   Pasa el tiempo volando y ya faltan quince minutos para tomar la salida, vuelvo a la furgo, hay que repasar la dotación de herramientas que va a ser un poco numerosa, y como no hace falta que dupliquemos el tema porque hemos decidido hacer el trial juntos pasamos lista y cada uno lleva a cuestas una parte del material.

   Han llegado también nuestros amigos de Madrid, Manuel y Enrique que ponen a punto sus Triumph, tienen tiempo, van a salir casi una hora más tarde que nosotros. Ellos tienen número pares y por tanto van a hacer las zonas en diferente orden al nuestro, es decir, no nos veremos en todo el día. Nos deseamos suerte.

   Empieza el espectaculo

   Nos vamos hacia el podium de salida, esto está atiborrado de gente, y ya le están dando la salida al número uno mientras los demás participantes hacen cola ordenadamente al otro lado. Para evitar aglomeraciones en las zonas, y dado que el recorrido es un bucle, los número pares salen directamente hacia el primer grupo de zonas que nosotros haremos por la tarde, mientras los impares nos vamos en dirección contraria. Es una buena idea, ya lo hemos experimentado en Rochepaule, donde también hay un montón de inscritos y seguro que funciona. Stuart se encargó de las inscripciones, y solicitó que pudiéramos hacer el recorrido juntos, por lo que tenemos el quince, diecisiete y diecinueve.

   Todo es fantástico y incluso llego a emocionarme, pero de repente todo cambia cuando veo a Jaume mirar su moto con cara rara, se acaba de parar. La pone de nuevo en marcha y arranca, pero a los pocos segundos se para otra vez. Bueno, ya tenemos aquí el primer problema. Stuart ya está sobre el podium y nos observa con cara de preocupación. Le dan la salida y espera nuestro turno, Jaume sale como puede y yo subo al podium mientras que el juez de salida me explica con detalle que tengo seis horas para completar el recorrido, y que debo irme a la derecha nada más tomar la salida. Allá voy, es uno de los días más felices de mi vida.

   Lo primero es arreglar la BSA de Jaume y volvemos a la furgo, parece un problema eléctrico y después de desconectar el botón de paro y revisar los cables nos damos cuenta de que uno de ellos está roto y cuando Jaume gira el manillar a la derecha se tensa y deja de hacer contacto, perfecto, cortamos, volvemos a empalmar y con cinta aislante lo arreglamos.

   No queríamos salir de los primeros porque nos tocaba limpiar las zonas para los demás, pues bien, con el tiempo que hemos perdido ya estamos en una posición perfecta y hay que salir zumbando hacia la zona uno.

El momento de la salida es muy especial

   Loch Eilde Burn

   En pocos minutos hemos llegado a Loch Eilde Burn, está a un kilómetro escaso de la salida y hay un montón de gente que hace el camino a pié hasta ella, y otro montón de gente sentada mirando el paso de los corredores. La zona no tiene casi nada, es de río y solo tiene un pequeño escalón a la mitad y una salida con un pequeño giro a la izquierda.

   La inspeccionamos rápidamente y otros pilotos van pasando aunque muchos de ellos dejan algún pié tonto, pero es que hay que ver con que motos están corriendo. Cuando montamos en las nuestras de repente Jaume suelta otra palabrota, lo miro y ahora se le ha roto el cable del embrague. Maldita sea otra vez, vaya comienzo. Yo llevo cables de recambio, pero el prisionero de la leva del embrague no lo podremos usar, aunque al final Stuart se las apaña con nudos y cinta americana para fijarlo, no hay problema, resistirá al menos hasta la noche y después lo cambiamos.

   Nos ponemos a la cola, y en un par de minutos nos toca, Stuart sale con un uno, Jaume a cero y ahora me corresponde a mi, salgo un poco tenso y la entrada patina bastante pero la BSA tracciona muy bien, paso el escalón sin problemas y giro a la izquierda y cuando casi estoy fuera me encuentro en el suelo, ¡mierda! ¿qué diablos ha pasado?. Pongo la moto en marcha y al soltar el embrague la moto no se mueve, la rueda delantera está frenada, le echo una ojeada a la palanca de freno y está todo correcto, pero los espectadores me dicen que la leva de freno está bloqueada en el tambor, imposible, si no le he dado a ninguna piedra. Le pego un par de golpes con la puntera de la bota y se suelta, a lo mejor se ha doblado durante el viaje, pienso. La moto va bien y continuo el recorrido.

   La interzona hacia el siguiente grupo tiene una pendiente constante y patina un montón, además a la que te sales del sendero es imposible continuar subiendo porque la hierba es impracticable. Casi me da la sensación de que voy pinchado, la moto se mueve de atrás como si se hubieran reventado los amortiguadores y a los pocos metros ya estoy empujando, esto va a ser duro, pienso, y poco después me adelantan un par de tipos con una Triumph bicilíndrica (sí, lo habéis leído bien) y una Matchless que suben perfectamente, pero me doy cuenta de que yo estaba trialeando como si estuviera al lado de casa, en primera o segunda, y ellos suben a toda leche en marchas largas, sin dejar que la moto pierda velocidad. Cuando consigo volver a arrancar pongo tercera a la BSA, hago patinar el embrague y aquello se embala bastante y empieza a desaparecer el flaneo de la rueda trasera, aunque hay que agarrarse bien al manillar para no perder el control, bueno, esto es otra cosa.

Mick Andrews, de nuevo vencedor en Escocia

   Loch Eilde Path, Loch Eilde Mor

   Llego al siguiente grupo, Loch Eilde Path . Jaume y Stuart ya están mirando las zonas, dos seguidas sin poder parar entre ellas. No es nada más que una parte del camino de piedras que hacíamos en la interzona con un escalón que tienes que coger atravesado y una salida por encima de unas rocas. Es un poco más complicado porque patina muchísimo, pero ya estoy más relajado y empiezo a notar la moto. Stuart se lleva un varios y Jaume y yo dos ceros. Esto está mejor.

   Nos espera una interzona bastante larga hasta Loch Eilde Mor, con dos zonas más, y mientras le voy cogiendo el tranquillo al barro escocés no dejo de repetirme a mi mismo que por fin estoy en Escocia y que el resultado no importa en absoluto, que tengo que saborear todos los minutos durante los próximos dos días, cosa que no haré si empiezo a "competir" como si estuviera participando en un trial al lado de casa. Dicho y hecho.

   Por fin llegamos a las zonas, también están en un riachuelo y la primera tiene una entrada un poco complicada, con dos grandes rocas. El personal pasa entre ellas dejando algún que otro pié y la segunda zona no tiene nada de dificultad.

   Esta vez perdemos algo más de tiempo porque no nos gusta la maldita entrada y cuando me monto en la moto para hacer la zona alguien me pone la mano en el hombro y exclama en un rarísimo catalán con acento inglés, "Ramon, ¿com estás? ¡ collons !". Me giro sorprendido y me encuentro a Mick Andrews riéndose y con cara de broma. "Bien Mick, disfrutando como un loco, ya te puedes imaginar". Después mira mi placa de número y me dice que como es posible que él tenga el 95 y ya nos haya pillado. Le cuento un poco nuestras miserias y me recomienda que no nos entretengamos mucho más.

   Bien, manos a la obra, a por la zona. He decidido no pasar entre las piedras, sino por encima de la de la izquierda, es grandota pero mi BSA tiene una buena distancia al suelo. Entro, enseguida está la roca, doy gas, la paso, perfecto, pero de repente me encuentro con la moto en sentido contrario a la dirección de la zona y el guardabarros trasero hecho un ocho. Otra vez mierda. Giro la moto y hago la segunda sección sin problemas, aunque después tengo que desdoblar el guardabarros metálico a pedradas, además se ha roto por la mitad pero se aguanta en su sitio, bueno, podía haber sido peor.

   Llevo diez puntos en cuatro zonas y ayer Mick Wilkinson dijo que para acabar entre los treinta primeros había que hacer como máximo diez puntos por día. Bien vamos.

   Me'l Na Cruaidhe

   Ahora sí que la interzona es larga, en un sendero estrecho y bastante más barro. Delante nuestro tenemos casi cincuenta motos y esto se empieza a notas por las roderas en los pasos complicados. Tenemos que darnos prisa ya que empezamos a ir algo retrasados aunque en principio no debe haber problemas con el tiempo máximo. Sigo intentando conducir en tercera, ligero, y el camino se hace menos cansado, aunque hay que tener cuidado con las caídas.

   Poco a poco empezamos a ver algún que otro blackwater, bueno, verlos es un decir, porque solo se ve una mancha de barro en medio de la hierba alta. Hay que fijarse con calma, intentar ver alguna rodera anterior, golpe de gas y los paso sin demasiados problemas. Había leído en las revistas que lo mejor era esperar a que algún otro piloto abriera camino, pero no por lo visto no hay ningún voluntario y a ese que me acaba de adelantar no hay quien le siga, bueno, pues nos lo tomamos con calma y ahora Jaume, ahora yo, vamos sorteando los obstáculos. La verdad es que no son tan fieros como los pintan, pienso.

   A los veinte minutos llegamos a Me'l Na Cruaidhe, aquí hay seis zonas, esta vez no son de río, pero empieza la piedra suelta, muy húmeda y resbaladiza. Además el cielo se ha ennegrecido y empieza a chispear. Esto sí que es Escocia, el ambiente es único y aquí los espectadores ya son mucho menos abundantes, estamos en la parte más lejana con respecto a la salida del bucle de la mañana, rodeados de montañas y páramos y no se ve una señal de civilización por ninguna parte, no hay postes eléctricos, ni caminos, ni nada que se le parezca, y además cada vez vemos blackwaters por todos los lados.

   Sigo aplicando la máxima del "don't worry, be happy", respiro hondo y intento darme cuenta de que estoy haciendo trial en el mejor sitio del mundo, las seis zonas me salen bien y solo dejo un pié. Jaume también va muy centrado, aunque está dejando algunos pies sueltos, pero no lleva un solo fiasco, ni siquiera un varios.

   Dubch Lochan, Beinn Bheag

   Dubch Lochan es el siguiente grupo, una subida haciendo eses sobre piedra suelta otra vez, mi BSA es 350 cc y admite la segunda sin problemas, hay que subir a ritmo porque si te paras el fiasco es inevitable, otros dos ceros. Andrews ya nos ha vuelto a pillar y me dice que es así como tengo que trialear en Escocia.

   Vamos a por el siguiente grupo, se llama Beinn Bheag, vaya nombrecito, y son nuevas. La primera es una subida sobre roca, pero no hay piedras sueltas, el problema es que no hay sitio para tomar carrerilla y la entrada es bastante empinada.

   Llega Mick Wilkinson y comentamos la jugada, mientras Andrews se mete en la zona, traza por un lugar diferente al de todos los demás y se lleva un magnífico cero. Wilkinson se mueve como un resorte y se planta inmediatamente sobre su moto, otra dos tiempos como la de Andrews, pero aún más vieja y repite la trazada del gran Mick, otro cero espléndido. Ahora va Stuart, que se queda a media subida por la trazada convencional.

   Decido intentar la de los dos ingleses, al menos tienes posibilidades de escapar del varios, la BSA empieza a patinar después del escalón que los dos Mick se habían comido sin problemas, pero la saco a varios, no está mal. Jaume lo hace mejor y solo deja dos pies.

   La otra zona es otra pendiente fuerte con giro a la derecha a la salida, esta llena de piedras sueltas pero de mayor tamaño que las que habíamos visto hasta ahora. Vemos de nuevo a Andrews que parece que flote sobre las piedras, mientras que Wilkinson la pasa a uno. Bueno, allá vamos y otra vez la BSA en segunda a saco rebotando como una loca, como pierda la trazada acabo en medio del bosque, pienso, además el tío de delante se ha atascado y ha dejado un buen montón de rocas casi al final, aunque consigo llegar hasta allí a cero y las rocas movidas hacen como de rampa, la moto sale volando y casi llego al final de la zona, un solo pié mientras giro y empujo la moto hacia fuera. Stuart ha subido como un tiro y ha dejado solo dos piés, mientras que Jaume se ha llevado otro dos.

 

   ... Continuación... El famoso Pipeline...

   Primera parte

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